Barcelona preservará 26 casas fábrica del Raval
El Ayuntamiento da un paso hacia la protección patrimonial de un conjunto de edificios de los siglos XVIII y XIX
Son historia viva de Ciutat Vella, viejas casas fábrica que reflejan la evolución del Raval a partir de finales del siglo XVIII y buena parte del XIX y que requieren de una protección especial para evitar que, como ya ha sucedido con algunas de estas construcciones, acaben convertidas en escombros para ejecutar algún plan inmobiliario. Así lo ha visto el Ayuntamiento barcelonés y por ello la comisión de gobierno aprobó en su última reunión, el pasado jueves, iniciar los trámites para preservar el valor patrimonial de 26 inmuebles que en su día contuvieron una fábrica y residencia. El siguiente paso será que el plan se debata en la próxima comisión de Urbanismo para continuar los trámites hasta su aprobación definitiva en el consejo plenario.
Con la suspensión de licencias de obras en 38 edificios industriales, el año pasado, el Ayuntamiento mostró su intención de proteger el interés patrimonial de las casas-fábrica, que se catalogarán como elementos industriales de interés patrimonial de nivel By C para evitar su demolición. Ya se ha realizado un estudio para conocer el valor de más de sesenta emplazamientos, que incluyen además de los edificios a los que se ha denegado el permiso de obras, algunos que ya estaban catalogados como de interés patrimonial y otros que ahora se catalogarán para protegerlos.
Entre los emplazamientos industriales, se encuentran algunos tan populares como la fábrica Can 60, que el propio Ayuntamiento decidió comprar a su propietario, un inversor alemán, para destinarla a equipamientos municipales y
Entre los edificios que se protegerán, la antigua fábrica Can 60 o la sala de fiestas La Paloma
alquiler social, o la antigua sala de fiestas La Paloma, que sigue cerrada. Las casas fábrica contaban con una tipología original que contenía en la misma construcción la residencia y la fábrica; una estructura que se pretende mantener en un futuro, como reflejo de una construcción que marcó los inicios de la industrialización urbana en Ciutat Vella.