PÉRDIDAS DE ORINA EN LA MUJER
Vivimos en una época en la que el bienestar y la salud prevalecen en nuestras mentes como fuente de felicidad, olvidando que, con el paso del tiempo, nuestro cuerpo cambia, se modifica y enferma. La OMS estima que la representación gráfica de la curva de nuestra supervivencia de vida para el 2050 está adoptando una forma que se denomina “de rectángulo”, y señala que, en el caso español, la edad más común de fallecimiento de la mujer serán los 88 años. La incontinencia urinaria en la mujer constituye un ejemplo revelador de la repercusión del paso del tiempo y la enfermedad en la funcionalidad del aparato urinario. En este sentido, se acepta que, actualmente en España, teniendo en cuenta los diferentes tipos de incontinencia de orina, un 25 % de la mujeres de 50 años tienen algún episodio de incontinencia urinaria. Esta cifra aumenta al 41,8 % en las mujeres mayores de 75 años. La incontinencia de esfuerzo genuina es el tipo más común. Las pérdidas involuntarias de orina se producen en situaciones de actividad normal y de bienestar, al incrementarse la presión abdominal asociada a una incompetencia esfinteriana, como el reír, hacer ejercicios, mover objetos pesados, estornudar, etc. Esto conlleva una sensación inmediata de frustración e interrogación a la mujer.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Actualmente, las estrategias de diagnóstico pasan por una atenta y precisa entrevista médica, y una serie de aquilatados cuestionarios que detecten la gravedad o no de los síntomas. Los estudios urodinámicos serán necesarios, en algunos casos, para formalizar que tipo de incontinencia urinaria sufre la paciente. Aunque la pérdida de orina es un síntoma común en numerosas enfermedades y que se incrementa con la edad, la de esfuerzo es la más frecuente en la mujer joven y de mediana edad, aunque pueden darse desde cortos episodios a fugas de orina durante el coito debido a la convivencia anatómica del aparato urinario con el genital. El tratamiento se basa en un diagnóstico que nos determine el tipo de incontinencia y de si hay alteraciones anatómicas. En el caso de la incontinencia por aumento de la presión abdominal, son diversas las posibilidades terapéuticas que se presentan para su tratamiento: desde el entrenamiento del suelo pelviano y la estimulación eléctrica, al moderno y minimalista tratamiento ambulatorio con el láser híbrido que acorta la duración de los tratamientos habituales y previene la evolución de esta incómoda y frustrante enfermedad. En definitiva, orinar bien proporciona bienestar y seguridad.