Solos ante el Brexit
Tanto la primera ministra británica, Theresa May, como el líder laborista, Jeremy Corbyn, sufren tensiones en sus partidos como consecuencia del Brexit, que provoca contradicciones entre la izquierda y exige un ejercicio de equilibrio de intereses en la derecha.
mucho menos los homosexuales alemanes– lo que acabaría sucediendo ayer en el Bundestag. El matrimonio gay figuraba ya como ingrediente irrenunciable en los programas electorales de Die Linke, de Alianza 90/Los Verdes y de los liberalcentristas del FDP (actualmente sin representación parlamentaria, pero que según los sondeos la obtendrán de nuevo en septiembre), y estos dos últimos tienen características de potenciales socios de coalición para Merkel.
Pero el asunto saltó a primera línea de la brega política el pasado domingo, cuando su rival y candidato socialdemócrata a la cancillería, Martin Schulz, anunció que el SPD no firmaría una coalición de Gobierno con partidos que no aceptaran aprobar por ley el matrimonio entre personas del mismo sexo. Esa promesa hacía inviable revalidar la actual Grosse Koalition con la CDU/CSU de Merkel, que además quedaba aislada como única formación contraria. (La ultraderechista AfD se opone al matrimonio gay, pero los demás partidos rechazan pactar nada con ellos.)
Angela Merkel reaccionó el lunes pasado, en un viraje que, según la prensa alemana, negoció antes con el líder bávaro, Horst Seehofer. En una entrevista con la revista femenina Brigitte, transmitida desde un teatro y con preguntas del público, Merkel se declaró dispuesta a que algún día se votara sobre ese asunto según “decisión de conciencia” de cada diputado, sin que primara la disciplina de partido. En las últimas elecciones del 2013, Merkel había rechazado el matrimonio homosexual aduciendo riesgos para “el bienestar de los hijos”.
En seguida, Martin Schulz –a quien Merkel saca 17 puntos de ventaja en el último sondeo electoral, publicado anteayer por Forsa– le tomó la palabra, y la retó a que la votación se realizara esta misma semana. La democristiana y los suyos trataron de resistirse, pero el SPD logró introducir el tema en la agenda de ayer viernes, último día de sesiones en el Bundestag, donde fue aprobado sin más dilación.
En la tribuna del público estaba Ulli Köppe, el joven que formuló la pregunta decisiva a Merkel en el acto de la revista Brigitte. En Berlín lleva dos días lloviendo a mares, y ayer por la mañana apareció un arco iris sobre el Reichstag, una imagen en la que muchos entusiastas quisieron ver una metáfora del triunfo de la bandera gay. Schulz se ha apuntado un tanto, pero Merkel ha desactivado un asunto destinado a ser espinoso en la campaña electoral. Y el vuelco en principio no debería restarle votos: el último sondeo emitido por la cadena ZDF indica que el 73% de alemanes respalda el matrimonio gay.