Donald Trump
Los presentadores denuncian amenazas y cuestionan la cordura del presidente
PRESIDENTE DE ESTADOS UNIDOS
Los ataques de Trump contra los presentadores del matinal de la cadena MSNBC han provocado un auténtico escándalo nacional. Los dos fueron víctimas de las iras del presidente con unos tuits tan insultantes como grotescos.
Si Mariano Rajoy insultara a María Casado, la conductora de La Mañana de la 1, o si Carles Puigdemont denigrara a Lídia Heredia, la periodista de Els matins de TV3, es probable que hubiera iniciativas para aplicar las previsiones constitucionales que contemplan el relevo del presidente por no estar en sus cabales. Es lo que está ocurriendo en Estados Unidos, tras los ataques del presidente, Donald Trump, a los presentadores del matinal de la MSNBC, que han provocado un auténtico escándalo nacional.
Una cuarentena de congresistas republicanos y demócratas, que no están de acuerdo en casi nada, han coincidido en censurar la nueva bravata del presidente y los medios de referencia están abordando el asunto como una auténtica crisis política que merece figurar como noticia principal en la portada.
Mika Brzezinski y Joe Scarborough, la pareja de presentadores del Morning Joe, fueron víctimas de las iras del presidente el jueves con unos tuits tan insultantes como grotescos. Todo indica que, como es habitual en él, Trump madrugó, encendió el televisor, no le gustó lo que escuchó y descargó toda su ira en Twitter. De Joe Scarborough dijo que era un “psicópata”, pero con Brzezinski se ensañó aún más: dijo que está “loca”, que tiene un “bajo coeficiente intelectual” y que “sangraba terriblemente por un lifting facial” cuando la pareja –televisiva y también sentimental– le visitó en su finca de Mar-a-lago en vísperas de Año Nuevo.
La cadena MSNBC respondió inmediatamente con un comunicado: “Es un día triste para Estados Unidos cuando el presidente dedica su tiempo a intimidar, mentir y escupir ataques personales mezquinos en vez de hacer su trabajo”. Brzezinski y Scarborough respondieron ayer primero con un artículo en el
The Washington Post titulado “Donald Trump no está bien”, en el que además de dar explicaciones sobre una anterior relación cordial con el ahora presidente ponían en duda su salud mental. “Líderes y aliados de Estados Unidos se preguntan una vez más si este hombre está en condiciones de ser presidente. Tenemos nuestras dudas, pero ambos estamos seguros de que no está mentalmente preparado para seguir viendo nuestro show”, afirmaron.
La pareja tenía previsto iniciar ayer sus vacaciones, pero optó por retrasarlas y comparecer de nuevo ante las cámaras para defenderse de “las mentiras del presidente”, y también para añadir informaciones que convierten el sainete en escándalo político. Scarborough aseguró que funcionarios de la Casa Blanca amenazaron a la pareja con publicar informaciones comprometidas