Un juego menos rentable
La gallina de los huevos de oro está en serio peligro. El Gobierno de Gibraltar ha visto las orejas a un lobo hambriento que viene a comerse los beneficios, muy elevados, que le proporcionaba ser sede fiscal de la mayor parte de las grandes empresas británicas del juego online. Un negocio que aporta al Peñón en torno a los 340 millones de euros de beneficios al año desde hace más de una década.
Son las consecuencias del Brexit, pero no únicamente. Ese futuro incierto y negro que se cierne sobre los llanitos tiene más escenarios. Con Brexit o sin él, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, con sede en Luxemburgo, acaba de dictaminar que las empresas del juego radicadas en Gibraltar tienen que someterse al mismo régimen fiscal que impera en el Reino Unido. Es decir, que tendrán que pagar un 15% de impuestos sobre sus beneficios, muy lejos del 1% actual. Y, claro, las empresas están pensando si les compensa seguir en Gibraltar o les vendría mejor trasladarse a otros paraísos que están cogiendo fuerza, como Malta o la Isla de Man.
La Asociación de Apuestas y Juego de Gibraltar ha peleado con uñas y dientes para evitar que la nueva tasa impuesta por el Reino Unido a este tipo de empresas, el ya comentado 15%, afectara a las radicadas en el Peñón. Fabian Picardo y sus ministros alegaban que ese impuesto incumplía la libertad de prestación de servicios, uno de los pilares que conforman la Unión Europea.
El Tribunal de la UE, en una sentencia política, señala que “Gibraltar no forma parte del Reino Unido”, al tratarse técnicamente de una colonia, pero recuerda que sus relaciones exteriores están a cargo de Londres y que, por ese motivo, se le aplica el derecho comunitario, excepto en algunas cuestiones muy concretas. La UE establece que, a la hora de aplicar la libertad de servicios, ambas partes deben ser consideradas “un solo Estado miembro” y, por lo tanto, Londres tiene derecho a reclamar esos impuestos a las empresas que operan en Gibraltar como si lo hicieran desde Gales o Escocia. No en vano, el 80% de quienes apuestan en estas casas, que controlan el 60% del mercado mundial, son ciudadanos británicos.
A Picardo se le acumulan los problemas y el futuro del juego online es uno de los más importantes. El Gobierno gibraltareño intenta poner buena cara al mal tiempo y tranquilizar a sus ciudadanos. Los datos aportados por el Gobierno del Peñón señalan que en los últimos doce meses (con datos hasta el mes de abril), cinco nuevos operadores han entrado en Gibraltar y cinco han salido. Dos de las empresas más importantes se han fusionado, así que el número de licencias ha descendido a 30.
En los últimos meses, el empleo en el sector ha crecido en 101 nuevos empleados, hasta un total de 3.353 a 31 de marzo de este año. Entre ellos, una parte muy importante son trabajadores españoles que cruzan todos los días la frontera para trabajar en las oficinas que William Hill o Ladbrokes tienen en Casemance Square o en Main Street.
Cristóbal del Pino es uno de ellos. Por supuesto, observa con preocupación su futuro, aunque no se deja dominar por el pánico. Del Pino presta sus servicios en una empresa de juego de tamaño medio, pero con futuro. “Los jefes sí están más preocupados que nosotros. Hablan mucho entre ellos sobre si seguiremos en Gibraltar o no, pero mi trabajo lo puedo desarrollar desde el Peñón o desde cualquier otro lado, así que no me preocupa en exceso”, señala.
El ministro de Comercio, Servicios Financieros y Juego Online de Gibraltar, Albert Ísola, insiste en que de momento ninguna de las empresas radicadas en Gibraltar está reconsiderando seriamente su traslado a otra jurisdicción, “simplemente están estudiando los factores que podrían alterar la naturaleza actual de sus negocios una vez que se sustancie el Brexit”.
Mientras, el Gobierno español mantendrá un poder de decisión sobre la aplicación en Gibraltar de cualquier acuerdo que el Reino Unido negocie con la UE en el marco de la salida de Londres de la organización europea. Si no lo ve claro, podrá vetarlo.
Paraíso en peligro. La economía del Peñón se enfrenta a nuevos retos, con una legislación fiscal que llega de Londres que podría perjudicarla Gibraltar trata de evitar a toda costa la fuga de
empresas de apuestas online radicadas en el Peñón Las firmas están inquietas por las incertidumbres del Brexit y el aumento de los impuestos