Mejoras para los autónomos
LA nueva ley de Medidas Urgentes al Trabajo Autónomo, que ha sido aprobada por unanimidad en el seno de la comisión de Empleo y Seguridad Social del Congreso de los Diputados, contiene una serie de mejoras que facilitarán la actividad de este importante colectivo de emprendedores. El conjunto de reformas aprobadas comporta menos impuestos, más derechos y mayor protección social y, en gran parte, recoge algunas de las reivindicaciones efectuadas por las principales asociaciones del sector.
Esta ley es la primera que sale a la luz como fruto del pacto entre el Partido Popular y Ciudadanos. El hecho de que haya sido aprobada por unanimidad refleja la importancia que el conjunto de fuerzas políticas reconoce a los trabajadores autónomos en el dinamismo de la economía y de la creación de empleo.
Pese al avance que supone la citada ley quedan todavía importantes medidas pendientes de implementar para mejorar la situación legal, administrativa y laboral de los trabajadores autónomos. De esto han sido conscientes los propios parlamentarios que la han aprobado y por eso han constituido una subcomisión específica para seguir trabajando en ello. Esta fórmula es lo que ha permitido superar los escollos y avanzar en aquellos puntos en los que todos los grupos estaban de acuerdo. No es la mejor ley para los autónomos, pero en cambio es la única posible en estos momentos. Todas las medidas que incluye, en mayor o menor medida, les resultan favorables económica, social y administrativamente.
En el seno de la citada subcomisión, que no debería quedar aparcada, hay que entrar a fondo en cuestiones del máximo interés para los autónomos, como es la reglamentación de la cotización a tiempo parcial, la exención de pago a la Seguridad Social si no se llega a percibir el montante del salario mínimo en términos interanuales, el seguro de desempleo y, asimismo, la cotización a la Seguridad Social por rentas reales del trabajo. En este sentido, la reforma del sistema de jubilación de los autónomos, para equiparar sus condiciones a la de los trabajadores asalariados, es una gran asignatura por afrontar.
Los trabajadores autónomos fueron los primeros en acusar la crisis y, asimismo, los primeros que lideraron la creación de empleo. En estos momentos este colectivo encadena 44 meses consecutivos de incrementos en la afiliación a la Seguridad Social y ha recuperado la mitad de los 606.200 puestos de trabajo destruidos por la crisis. Los 3,23 millones de trabajadores autónomos que hay en la actualidad son, igualmente, un importante factor de generación de empleo. El número de asalariados contratados por autónomos ha crecido en 366.154 personas y rebasa ya el millón.
Existe la confianza en que las mejoras del trabajo autónomo que supone la nueva ley, aunque insuficientes, puedan ser positivas para potenciar este colectivo y, como consecuencia, también la creación de empleo. El dinamismo que demuestran los autónomos en este país exige que se avance más en la línea de mejoras que faciliten su actividad, que los liberen del exceso de cargas administrativas que soportan y, asimismo, que flexibilicen la contratación de personal para aprovechar el gran potencial de creación de empleo que tienen y que está desaprovechado.