Una prohibición que se extiende en los conciertos
“Un concierto es un sitio en donde se va a experimentar una catarsis colectiva y a vivir un momento único, con el móvil apagado, o en silencio como poco, para poder desconectar y poder vivir ese momento. Y no para estar dando por culo a los demás con ruidos, luces o manos en alto. No es realidad aumentada ni virtual. Es el presente, y si lo estás grabando, te lo estás perdiendo”. Es parte de la carta escrita por el líder de Extremoduro a sus fans en las redes sociales. Robe Iniesta ha sido el último en pedir al público de sus conciertos que guarden los teléfonos móviles y disfruten del espectáculo. Un paso que con anterioridad han dado otros cantantes y grupos. Alicia Keys decidió prohibir hace ya un año el uso de teléfonos móviles durante sus conciertos. Fue en Nueva York y pidió a los asistentes dejasen los celulares en la entrada bajo custodia del personal de la sala. Si alguien necesitaba el teléfono para realizar alguna gestión, podía volver a la entrada y pedir que se lo devolvieran. La cantante Adele protagonizó, por su parte, una sonada bronca con una de sus fans en un concierto en Verona, hace ahora un año. Una mujer, que había llevado hasta un trípode, estaba grabando todo el concierto. La cantante detuvo su actuación y se dirigió a esa fan. “¿Podrías dejar de grabarme con tu cámara? Porque estoy aquí, puedes disfrutar en la vida real, en vez de a través de tu cámara”, le dijo.