Lo más duro
El césped artificial es el único elemento común al Sónar y el Rock Fest Barcelona, la cumbre mundial del hard rock yel heavy metal que arrancó ayer en el parque de Can Zam, en Santa Coloma de Gramenet, donde miles de seguidores –la gran mayoría, sin tapones en las orejas– demostrarán, hasta mañana domingo, que esta música está muy viva y sigue movilizando multitudes, no solo de nostálgicos, sino también de las nuevas generaciones.
Si la Línea 4 se llena en verano de gente en bañador, chancletas, toallas y pieles enrojecidas, estos días las líneas 1 (dirección Fondo) y especialmente la Línea 9, presentan un público –entre ellos, muchos europeos, sobre todo británicos– de camiseta negra con nombres de grupos metal, así como abundantes melenas, chalecos de piel y hasta collares de cuero con tachuelas. Una alegre serpiente negra que se dirige, luciendo músculo y tatuaje, a Can Zam.
Los cabezas de cartel de esta cita son bandas legendarias, dinosaurios que forman parte de la banda sonora de nuestras vidas, como Aerosmith (mañana, 23 h), Europe (mañana, 21.55 h), Alice Cooper (hoy a medianoche) y Deep Purple (hoy, 21.05 h, en plena gira de “largo adiós”), que se suman a otras 50 bandas, cada una con su acento específico, como la alemana Rage (mañana, 14.20 h), la suiza Gothard (hoy, 16.45 h), la noruega Emperor (hoy, 20 h), la brasileña Sepultura (mañana, 17.35 h) o la estadounidense Blue Öyster Cult (hoy, 18.45 h)... Entre las actuaciones más destacadas de ayer, figuraba el power metal de Avantasia, grupos veteranos como Pretty Maids, Queensrÿche, Metal Church o Krokus. El sector duro disfrutó de lo lindo con los decibelios de Decapitated, Ensiferum o Abbath, mientras que los melódicos optaron por Eclipse. Bandas españolas como Angelus Apatrida y su trash metal made in
Albacete, la vasca Soziedad Alkohólika o los andaluces Reincidentes reivindicaron la arraigada tradición local, que tendrá otros exponentes en los madrileños Ñu (hoy, 14.35 h) o Rosendo (hoy, 22.55 h).
El parque de Can Zam acoge hasta mañana la cumbre del heavy, con Aerosmith, Alice Cooper o Deep Purple
Este año, la novedad es un tercer escenario, bajo una carpa, con una estimulante programación paralela y simultánea a la de los dos principales, que están al lado y nunca se solapan, ofreciendo conciertos consecutivos.
Junto a los anuncios de próximos festivales heavy en comarcas, como el Ripollet Rock o el Cubelles Rock, el Rock Fest, con el abono de tres días a 150 euros más gastos (unos 170), presenta sus especificidades, como las sesiones de firmas, organizadas por horarios, donde los músicos dedican a los fans camisetas, discos o cualquier otro objeto; o la concurrida zona de acampada en Montmeló, con una gran arboleda e incluso piscina; o los precios especiales para los empadronados en Santa Coloma. Dado que los vecinos parecen estar lejos, contemplando a la gente desde los cerros–aunque hay unas sufridas casitas justo al lado del recinto–, las sesiones con dj en Can Zam acaban tarde: hoy está previsto que cerca de las seis de la mañana y el domingo la cosa se alargará hasta las 3.30 h del lunes. Anoche, en la entrada, un latero utilizaba tácticas avanzadas de marketing para colocar su mercancía: “Sexy men! Sexy women! Do you want sexy beer?”. Y la panadería Lola anunciaba sus productos en una pancarta manuscrita. Nadie aquí echa de menos al Primavera Sound.