El señor del anillo (sajón)
A Marc Márquez no le gana nadie en Sachsenring, su pista ‘salvavidas’
Cuando Marc Márquez tiene un problema, como estar inmerso en una sequía preocupante de victorias, siempre aparece en el horizonte algunos de sus dos oasis preferidos: Austin y Sachsenring. En la pista texana ha vencido siempre, en las 5 carreras disputadas allí (desde el 2013), para tomar impulso en el campeonato, y en el vetusto trazado de la antigua Alemania Oriental todavía no hay quien le gane: ha vencido siete años seguidos, desde el 2010, y siempre desde la pole. Si hoy se la apunta, ya pueden dar por hecho que mañana volverá a subir al cajón más alto de Sachsenring.
Y es que Márquez siente predilección por la pista de Oberlungwitz, el Sachsenring, literalmente, el anillo sajón (el circuito de Sajonia), un trazado estrecho y revirado que se adapta como ídem al dedo del piloto de Cervera. “Es una pista especial, me adapto muy bien, quizás porque tiene muchas curvas de izquierdas (10, por 3 a la derecha), como en el dirt-track”, la especialidad en la que suele entrenarse para pulir trazadas y derrapadas. Por eso Sachsenring se le da de maravilla: tiene su nombre anotado como autor de la mejor vuelta de carrera y del récord de pole de la pista, ambos del 2015.
Ayer, en la primera jornada, Marc ya se aupó al segundo puesto en la sesión vespertina, con el asfalto mojado. Una muestra de lo que está por venir. Muy seguramente, porque nunca ha fallado en Sachsenring, un circuito que siempre ha acudido al rescate del catalán. Así ha sucedido en los últimos tres años.
Cuando acumulaba su peor racha de carreras sin ganar en MotoGP apareció el salvavidas de Sachsenring para volver a la senda de la victoria: el año pasado sumaba cinco GP sin triunfo (Jerez, Le Mans, Mugello, Catalunya y Assen); en el 2015, seis, su peor bache histórico; y en el 2013, cinco. En esta ocasión, Márquez lleva también cinco citas sin anotarse una pole –por primera vez en la clase reina– y sin victorias, desde el fecundo GP de las Américas.
Eso sí, pese a que no ha sumado ninguna victoria desde Austin en la tercera carrera, Márquez ha podido ir construyendo piedra a piedra, con la paciencia de la hormiga, la remontada que le permite estar vivo al llegar al ecuador del campeonato: de estar descolgado a 37 puntos del líder después de Argentina y de Italia, a sólo 11 antes de correr en Alemania, gracias a los dos podios consecutivos en Montmeló y Assen, y los dos tropiezos también seguidos de Maverick Viñales.
Estos dos buenos resultados unidos al efecto trampolín de Sachsenring animan al vigente campeón de MotoGP a continuar con su escalada que parecía imposible. “Es muy difícil planear o entender este campeonato (en el que ha habido 5 ganadores en 8 GP); hace dos carreras estaba casi fuera de la lucha por el título, y ahora sólo estoy unos puntos por detrás del líder (Dovizioso). El campeonato es muy largo, he cometido algunos errores en la primera parte, pero estoy ahí, y quiero continuar con la misma mentalidad”, comentaba el de Cervera, consciente de que puede recibir un buen empujón del circuito. “Sachsenring siempre ha sido una buena pista para mí y para Honda (que gana ininterrumpidamente desde el 2010); es importante, pero este año es diferente por el asfalto nuevo. Y luego siempre está la climatología, el año pasado fue flag-to-flag (con cambio de moto) y todo puede cambiar”, se mostraba prudente.
Un tiempo cambiante como se comprobó ayer en los primeros ensayos, seco por la mañana y con agua por la tarde. La primera víctima fue el joven madrileño de Moto3 Jorge Martín, que sufrió una fea caída y se rompió la tibia y el peroné de la pierna derecha. Deberá pasar por el quirófano y se pierde la carrera alemana.
LA DESGRACIA DE JORGE MARTÍN El joven madrileño de Moto3 sufrió una fea caída y se rompió la tibia y el peroné de la pierna derecha