Así empezó todo
La Vanguardia empezó su cuenta atrás hacia los Juegos con su primer extra de 20 páginas dedicado a la cita olímpica. El plato fuerte de ese suplemento era una entrevista a Narcís Serra, entonces vicepresidente del Gobierno central y alcalde de Barcelona de 1979 a 1982 cuando comenzó a gestarse la candidatura de Barcelona’92. En una conversación con Bru Rovira y Josep M. Sòria Serra explicaba cómo surgió la idea en una ciudad que empezaba a caminar en la nueva era democrática. “Los Juegos eran una utopía realista”, decía el política socialista, que se admiraba por la transformación que estaba experimentando la capital catalana. “Cuando llego a Barcelona y cojo el coche en el aeropuerto para ir a Sant Cugat por la ronda de Dalt y el túnel de Vallvidrera todavía no me lo acabo de creer. Se ha hecho ciudad con mayúsculas”, comentaba Serra, que subrayaba el papel de Juan Antonio Samaranch. “Aceptó el reto de lograr los Juegos”. En la entrevista con este diario Serra admitía que no todas las autoridades creyeron en los Juegos, aunque se reservaba los nombres. “Hubo gente a la que no citaré, gente muy seria, que luego ha sido utilísima para los Juegos, que consideraba el proyecto una locura porque veían imposible competir con París”. A la pregunta de cómo le gustaría que se recordaran los Juegos Olímpicos de Barcelona, Serra contestó: “Por su carácter festivo, como muestra de que toda la sociedad ha estado detrás de ellos. También me gustaría que se recordaran por su precisión organizativa y por el hecho de que han implicado todas nuestras capacidades, desde los hoteleros hasta los voluntarios olímpicos”.