Incertidumbre y mucha ilusión
El Tour más imprevisible empieza con una contrarreloj llana de 14 km en Dusseldorf
El Tour más imprevisible de los últimos tiempos, por las peculiaridades del trazado y por las dudas sobre el estado de forma real de los favoritos, se abre hoy en Dusseldorf con una contrarreloj individual llana de 14 kilómetros. Y son casi el 40% de todos los que se harán en esta modalidad. La fiesta empieza a las tres y cuarto de la tarde, que es cuando tiene que salir el primer corredor, el más joven de los participantes, Elie GesAyer bert. A las seis y media pasadas lo hará el último, el portador del dorsal número uno, el vencedor del año pasado (y también del 2013 y 2015) Christopher Froome. Aproximadamente un cuarto de hora después, el Tour de Francia 2017 tendrá su primer líder, que no hay que decir que en Dusseldorf esperan como agua de mayo que sea el cuatro veces campeón del mundo de la especialidad Tony Martin. Pero si se trata finalmente de un Tour de sorpresas, quizás podrían empezar por aquí mismo.
El precedente más próximo de un inicio de Tour como el de hoy corresponde a Utrecht 2015. Entonces venció Rohan Dennis, con Martin a 5s y Cancellara tercero, a 6. Pero ni el australiano ni el suizo están aquí. Con respecto a los favoritos a la victoria final, Froome cedió entonces 50 segundos, Contador se dejó 58 y Quintana 61, mientras Porte quedaba a 1m6s.
Pero del 2015 al 2017 han cambiado muchos detalles y uno de los más destacables, la seguridad. Mientras el presidente francés Emmanuel Macron enviaba ayer un mensaje a los habitantes de Dusseldorf y hablaba del Tour como “un símbolo y un mensaje de amistad en toda Europa”, las autoridades alemanas disponían nuevas medidas. Todo el perímetro de la etapa con vallas, más calles bloqueadas de lo que sería habitual e incluso la instalación de contenedores en lugares estratégicos para impedir que un vehículo pesado pueda lanzarse contra el gentío.
concluyeron los encuentros con la prensa y entre los últimos en hacerlo, el Movistar de Quintana y Valverde y el Trek de Contador y Mollema. El equipo de Eusebio Unzue se desplazó hasta la sala de prensa del Tour, en las gigantescas instalaciones de la Feria de Dusseldorf. Pero lo hicieron sólo con Quintana, buscando la imagen de un equipo volcado en un solo líder. En cambio, Contador y el Trek prefirieron la comodidad de su hotel.
Quintana se vio asaltado a preguntas de los periodistas colombianos, que renuevan cada año, lógicamente, la ilusión de ver por fin a un compatriota en el punto más alto del podio de los Campos Elíseos. Y el líder único del Movistar, rodeado de peticiones de mensajes a su país (“que tan ansioso está de acompañarte, campeón”) y de preguntas muy largas y floridas (“¿qué presupuesto tienes para las cronometradas, campeón?”), incluso acabó por replicar, provocando la carcajada general, que no sabía qué responder. “Me he perdido, la verdad. ¿Cuál era la pregunta?”.
Mientras el colombiano del Movistar señalaba que ha aprovechado bien los 33 días desde el final del Giro y valoraba que la falta de kilómetros de contrarreloj “no me desfavorece tanto como en otros años”, el madrileño del Trek lanzaba también su punto de vista optimista: “Me he preparado bien, sólo quiero que mis opciones pasen por un buen estado físi-
PRIMER MAILLOT AMARILLO Froome saldrá a las seis y media pasadas, pero en Alemania todos confían en Tony Martin ÚLTIMAS MEDIDAS Vallas en todo el trazado y calles bloqueadas con contenedores para evitar vehículos sin control
co y no dependan de una proeza”.
Es, sin duda, el momento de las ilusiones intactas. Las vende Richie Porte diciendo que se encuentra ante la oportunidad de su vida y las ofrece Froome hablando de la perfecta preparación que ha llevado a cabo para llegar a Dusseldorf con la mejor de las disposiciones. Y el veterano Unzue, a punto de empezar su trigésimo quinto Tour, coincidía ayer con el análisis hecho desde estas mismas páginas: “Nos encontramos ante un Tour extraño, sin guión, donde habrá que improvisar. Un Tour diferente de todos. Aquí pueden pasar muchas cosas”. Es, como decíamos, el momento de las ilusiones intactas. Como reza el dicho clásico del ciclismo, la carretera ya se encargará de situar a cada uno en su lugar. En Dusseldorf empiezan 3.540 kilómetros hasta llegar a París. Llega julio. Empieza Le Tour.