Una rockera en la cúpula del PSOE
adriana lastra
“No es bueno repetir lo que está dicho. / Después de haber hablado, / de haber vertido lágrimas, / silencio y sonreíd: / nada es lo mismo. / Habrá palabras nuevas para la nueva historia / y es preciso encontrarlas antes de que sea tarde”. Adriana Lastra (Ribadesella, 1979) recita de memoria estos versos que presiden la entrada en el caserón histórico de la agrupación socialista de Oviedo.
Son del gran poeta asturiano Ángel González. “Un hombre extraordinario a quien conocí hace más de 15 años, compañero del partido en mi propia agrupación. Es mi poeta favorito... además de uno de los mejores poetas del siglo XX”, resalta.
A la vera del renacido líder socialista Pedro Sánchez, Lastra se ha convertido a sus 38 años en la nueva vicesecretaria general del PSOE, además de portavoz adjunta del grupo socialista en el Congreso. Una “responsabilidad abrumadora” que nunca se imaginó asumir y que le provoca “algo de vértigo también”. Pero que, como socialista asturiana, le llena de orgullo. Entre 1950 y 1967, el histórico socialista asturiano José Barreiro, el maestro de Sama, ya fue vicesecretario general de un PSOE en el exilio. “Dimitió en el 67 porque se posicionó con los jóvenes del interior, y renunció a su cargo para impulsar el cambio que se necesitaba y que acabó llegando en el congreso de Suresnes. Hay mucha historia del partido, en estos 138 años, que la gente no conoce”. Lastra ejerce de asturiana, y se llena de orgullo y nostalgia cuando evoca su tierra, dentro y fuera del PSOE.
Su nuevo cargo es la culminación, por ahora, de una larga carrera política, orgánica e institucional, que arrancó muy pronto. Con apenas 18 años se afilió a Juventudes Socialistas, y dos años después ya dirigía esta organización en su Ribadesella natal. Unas edades en que la mayoría de los jóvenes tienen la cabeza en otras cosas. “Yo siempre tuve inquietudes políticas de izquierdas, era la presidenta de los estudiantes de mi instituto. Y a raíz del gobierno de Aznar y de Esperanza Aguirre como ministra de Educación y Cultura, decidí que había que dar un paso al frente y militar en un partido, en mi partido. Siempre tuve claro, desde niña, que era socialista”, rememora.
La gran influencia fue su abuela. “Soy de un municipio, Ribadesella, de 5.000 habitantes, que aunque turístico también es muy rural. Y de una familia que fue represaliada en la posguerra, con muchos problemas económicos en aquella época. Mis padres no querían hablar de política, en mi casa nunca se habló de política. Quien sí hablaba de política era mi abuela, republicana, que me influenció mucho”. Los abuelos eran labradores, el padre taxista y la madre peluquera, y ella es la tercera de cinco hermanas. “¡La niña sándwich!”, ríe. “Trabajaron mucho para sacarnos adelante. De lo que estoy más orgullosa es de mi familia, a la que estoy muy unida. Es un matriarcado casi de manual, típico asturiano, primero aglutinaba mi abuela a toda la familia, y ahora mi madre”.
Aunque, ahora en Madrid, Lastra asegura sentir “mucha morriña”. “Paso muchos fines de semana en casa de mis padres, intento volver cada vez que puedo. Lo que peor llevo de Madrid es que no soporto el calor. ¡Dejar Asturias con 18 grados y venirse a Madrid con 36 es duro! Cuando me vine a Madrid, con la primera ejecutiva de Pedro, el primer año fue durísimo. Ahora ya me voy aclimatando... pero añoro muchísimo Asturias”.
Su mentor político en Asturias fue el hoy presidente del principado, Javier Fernández, y en Madrid el actual, de nuevo, secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Pero Lastra asegura que sólo tiene “una madre política; soy huérfana de padre político”. Se refiere a la veterana María Luisa Carcedo, a la que define como “la esencia viva del socialismo asturiano”, y a la que reivindica como “ejemplo de honestidad, una luchadora infatigable y una trabajadora nata”. Con Javier Fernández, en cambio, ha roto lazos, lo que admite que le causa “mucho desgarro personal”, tras catorce años a su lado, en su núcleo de absoluta confianza. “Pero siempre he tenido criterio político y siempre lo he defendido. Nunca me he puesto de perfil. Cuando uno tiene criterio político, también tiene que asumir las consecuencias”, zanja. Y ahora no duda de que Pedro Sánchez, que asegura haber puesto rumbo de la Moncloa, conseguirá su objetivo: “Por supuesto. En Pedro se dan todas las condiciones para ganar unas elecciones al PP. Además, se ha generado una ola de ilusión y movilización, no sólo en el partido sino en la sociedad. Estoy convencida de que Pedro va a ser presidente”.
La música, bien ruidosa, está entre sus aficiones. “Yo soy de la generación del rock, a mí el indie me pilló tarde ya”, se ríe. AC/DC es su banda favorita, pero también cita a Guns N’ Roses, Extremoduro...“Todos los días me levanto escuchando música”. Muchos ya notaron su mano en la canción de Guns N’ Roses que, a todo trapo, abrió el acto de clausura del 39.º congreso del PSOE. “¡Es verdad! –reconoce Lastra–. Ahí tengo un apoyo incondicional en Santos Cerdán, que es otro rockero nato. Nos pasamos toda la campaña con Color esperanza, que era cosa de José Luis Ábalos, así que decidimos que en el congreso… ¡era la hora del rock!”.