Capital mundial del Orgullo Gay.
Madrid, sede mundial del Orgullo, clama por el respeto al colectivo LGTB
Centenares de miles de personas reclamaron ayer en Madrid respeto al colectivo LGTBI. En la marcha participaron representantes de todos los partidos, incluido el PP, que asistió por primera vez.
Centenares de miles de personas ocuparon literalmente el centro de Madrid, sede mundial del Orgullo LGTBI, en demanda de respeto para un colectivo que a día de hoy sufre persecución y es discriminado por su condición sexual en todo el mundo.
Y lo hicieron en un ambiente festivo, provocador, desenfadado, lleno de color y desafío a los cánones establecidos, como es habitual en un protesta que se inició en 1969 en Nueva York, tras los disturbios en el pub Stonewall Inn. En el 2017, en 72 países la homosexualidad aún está perseguida y en nueve estados, el castigo es la muerte. El lema de la pancarta que abría este multitudinaria manifestación era, precisamente, Por los derechos LGTBI en todo el mundo.
Al ritmo de A quién le importa, la famosa canción de Alaska, himno incuestionable del colectivo homosexual, la manifestación de este año presentó importantes novedades. La principal, la presencia de representantes del Partido Popular, ausente permanente de esta fiesta, según la dirección, porque nunca les han invitado. Los organizadores siempre han rechazado la presencia del partido que se
Por primera vez, el Partido Popular asistió a la manifestación del Orgullo LGTBI
Centenares de miles de personas piden que se respeten los derechos de este colectivo
opuso al matrimonio homosexual, aprobado en el 2005, y que incluso lo llevó ante el Tribunal Constitucional. Ayer, por primera vez, Andrea Levy y Javier Maroto pusieron el rostro a un PP que, con este paso, quiso mostrar que las nuevas generaciones del partido son distintas y que están a favor de la diversidad. Maroto, exalcalde de Vitoria y vicesecretario del PP, está casado con un hombre desde el 2015, en un enlace al que asistió el presidente del Gobierno.
Junto a ellos, representantes del PSOE (Carla Antonelli y Mónica Silvana), el líder de Podemos, Pablo Iglesias, de En Comú, Xavier Domenech, de Equo, de IU y
de Ciudadanos, Albert Rivera, quien se manifestó a favor de una ley contra la discriminación de los LGTBI. Ciudadanos participó, además, con una carroza a favor de la gestación subrogada, lo que provocó el enfado de muchos, sobre todo mujeres, que calificaron de oportunista el mensaje de ese vehículo dirigido especialmente a las parejas gais. “No somos vasijas”, gritaron a su paso, miles de mujeres.
No asistió, sin embargo, la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, que delegó su presencia en el secretario de Estado de Igualdad, Mario Garcés. También estuvo presente la vicepresidenta del Parlamento Europeo Beatriz Becerra.
Más de medio centenar de carrozas desfilaron desde Atocha hasta plaza de Colón, lentamente ante la muchedumbre que se aglutinaba por doquier. La primera, la del Ayuntamiento de Madrid, representante de una ciudad que ayer fue escaparate de la defensa de los derechos LGTBI y del respeto a la diversidad. A la cabeza, la alcaldesa, Manuela Carmena, orgullosa del “talante” demostrado durante esta semana de celebración. En la misma línea se pronunció la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que aunque en principió excusó su presencia por ser su cumpleaños, al final apareció: “Madrid es sede mundial de esta fiesta y no podía faltar, y más aún cuando por primera vez están todos los partidos”.
Todos los líderes políticos coincidieron en señalar que España es de los países más avanzados en la defensa de los derechos del colectivo homosexual, aunque reconocen que hay mucho por hacer para reducir la discriminación y los delitos de odio.
La manifestación discurrió sin incidentes y ante fuertes medidas de seguridad (más de 2.000 agentes). Especialmente aclamados fueron los policías que desfilaron por primera vez, mostrando con su presencia la apertura y el avance de las fuerzas de seguridad; así como la que portaban los padres de homosexuales, que exigen respeto para sus hijos. “El mundo está lleno de colores, no te empeñes en verlo en blanco y negro”, indicaban ante el aplauso general.
Pero si había un colectivo especialmente satisfecho ayer en las calles de Madrid fue el de los alemanes, que celebraban con inmensa satisfacción la aprobación un día antes del matrimonio homosexual. “España lo disfruta desde hace 12 años. Al fin, lo hemos conseguido nosotros”, señalaba un ingeniero venido desde Berlín al World Pride.
Después llegaron los discursos, en los que las palabras respeto, libertad y diversidad se repitieron una y otra vez. Carmena habló de la necesidad de seguir dando pasos a favor de una sociedad libre desde la educación, palabras ratificadas por Cifuentes.
También hubo muchos recuerdos para los que llevan luchando desde hace 40 años por esa libertad de la que ahora todos hacen gala, recordando cómo se han ido desarrollando las manifestaciones desde 1977, en el que 4.000 personas recorrieron la Rambla de Barcelona “perseguidos por los grises”. Ayer, los organizadores hablaban de centenares de miles de asistentes.