Un consejo socrático
El Gobierno de España confía en el agotamiento del
procès y en las tensiones en el bloque independentista. Y siendo absolutamente cierto que se percibe cansancio después de cinco años con esta cuestión ocupando obsesivamente la vida catalana y que existe cierto desorden en el liderazgo soberanista, los sondeos no dan a entender que los independentistas lleguen al 1-O exhaustos y con menos apoyo. Para muestra, el resultado de la encuesta que publicamos, realizada por GAD3, con sede en Madrid. En ella se advierte que el 54,1% de los consultados está dispuesto a participar en un referéndum ilegal,y sube hasta el 42,5% el porcentaje de aquellos que votarían a favor de la independencia (los del “no” bajan al 37,6%). Así pues, se equivoca el Gobierno central si cree que el partido está ganado.
Una lectura inteligente del estudio permite comprobar que la Moncloa tiene margen para actuar políticamente: el 42,6% de los ciudadanos se sienten tan catalanes como españoles, mientras que los que se consideran sólo catalanes se sitúan en el 18,1%. Y si se suman los que creen que la mejor solución al conflicto es la reforma de la Constitución para reconocer las demandas catalanas con los que piensan que es posible una interpretación diferente de la Constitución actual, este colectivo supera ampliamente a otras opciones con el 57,4%.
El Financial Times, diario británico nada sospechoso, acaba de publicar un relevante trabajo periodístico donde afirma que el independentismo gana terreno y anima a buscar una salida política, aunque “el tiempo para encontrar una solución acordada se podría estar acabando”. Rajoy es discípulo del filósofo francés Paul Virilio, nihilista de la velocidad, que mantiene que la rapidez en la toma de decisiones tiene consecuencias devastadoras. Pero la inacción en política pasa factura. La encuesta que publicamos debería llevar a la reflexión. “Reflexiona con lentitud, pero toma rápidamente tus decisiones”, recomendaba Sócrates.