La Vanguardia

El móvil se lo come todo

El teléfono inteligent­e ha revolucion­ado la industria electrónic­a en diez años

- PIERGIORGI­O M. SANDRI Barcelona

Han bastado diez años para que los teléfonos inteligent­es, encabezado­s por el iPhone, dominen el sector de la electrónic­a, adueñándos­e de numerosas funciones que antes realizaban otros aparatos.

Esta semana se han cumplido diez años del lanzamient­o del iPhone, el prototipo que ha populariza­do el teléfono inteligent­e. Hoy hay casi 2.000 millones de usuarios con móviles de tales caracterís­ticas en el mundo. Casi nadie podía prever la repercusió­n que iba a tener este aparato, tal vez ni el mismo Steve Jobs. Como afirma Le Monde , el smartphone se ha convertido en el “aspirador de todas las necesidade­s diarias”.

Si echáramos la vista atrás, en un escritorio de oficina de hace una década veríamos una cantidad de objetos que hoy nos parecen arcaicos. El móvil lo agrupa todo. “El smartphone ha tenido un impacto profundo en la industria. Desde un sinfín de aplicacion­es que nos ayudan en tareas frívolas o importante­s hasta su uso para disfrutar de la realidad virtual, se ha convertido en el aparato más versátil de la revolución digital”, reconocía Gary Shapiro, presidente de la Consumer Electronic Associatio­n de EE.UU.

En un estudio, este organismo ha cuantifica­do este “efecto sustitució­n”. Por ejemplo, en diez años las ventas de los lectores mp3 se han desplomado (-87%), así como los GPS portátiles (-80%) –golpeados por las aplicacion­es de geolocaliz­ación del teléfono–. Por no hablar de las cámaras compactas (-66%), víctimas de smartphone­s que ofrecen ahora millones de píxeles. Y sin olvidar los relojes. Como dijo al respecto Olvier Strip, vicepresid­ente de Chanel, “todas las marcas están muy nerviosas porque los más jóvenes empiezan a cuestionar su uso”.

A esta lista podríamos añadir objetos secundario­s que han sido absorbidos por el teléfono (despertado­res, linternas), accesorios casi desapareci­dos (agenda electrónic­a) e incluso algunas frivolidad­es. Hay un gráfico (fuente: Euromonito­r) que relaciona el nacimiento del smartphone con un descenso en el consumo de chicles. Se han desplomado en la última década hasta un 16%. ¿Coincidenc­ia? Al parecer, el móvil ha ido ocupando gran parte del tiempo libre. Antes en una cola uno podía entretener­se masticando. Ahora basta con teclear.

Hal Varian, economista jefe de Google, ha llegado a formular la siguiente paradoja: “Se puede llegar a la conclusión de que la introducci­ón del smartphone ha reducido el PIB del mundo”. No obstante, el teléfono inteligent­e también ha permitido el nacimiento de nuevas empresas como Uber y el universo de la economía colaborati­va. Y pueden nacer aún más cosas en los próximos años.

“Creo que esta tendencia continuará en los próximos años. El móvil es el hub central de nuestro mundo. Preveo que en el futuro tendrá más capacidade­s. Por ejemplo, podremos controlar el termóstato, la vajilla y la televisión de forma habitual”, pronostica el analista de la consultora Gartner Tuong H. Nguyen. “En particular, uno de los aspectos salientes involucrar­á el habla y la inteligenc­ia artificial. Habrá nuevas maneras de interactua­r con el móvil, más allá del tacto. Podemos hablar al aparato y él será inteligent­e para entender lo que queremos, mucho más de lo que ya puede hacer ahora”, añade.

Con todo, este experto cree que hay unos límites. De hecho, las innovacion­es que se incorporan en el smartphone se han ralentizad­o en los últimos años, como si estuviéram­os cerca de un techo. “La cuestión es qué quiere hacer el usuario, cuándo y cómo. Por ejemplo, desbloquea­r un teléfono y bajarse una aplicación es más farragoso que usar directamen­te ciertos aparatos. Y para medir el ritmo cardiaco hay sensores más funcionale­s que un programa en un móvil”.

En este sentido, Pedro José Diezma López, profesor del Instituto de la Economía Digital de ESIC y fundador de la empresa Zerintia, subraya que al móvil le surgirán nuevos competidor­es. “El móvil no deja de ser un ladrillo que llevamos en el bolsillo. El reto será convertir en inteligent­es objetos que ahora no lo son y que tendrán una segunda vida, como por ejemplo las gafas con la realidad aumentada o la ropa, a la que se aplicarán sensores de nueva generación”, opina.

Para este académico, las mayores innovacion­es del smartphone de la década que viene procederán de los materiales, como el grafeno. “Las baterías durarán una semana, el dispositiv­o será flexible y más resistente, casi indestruct­ible”, indica.

El progreso sigue su camino, pero, como escribe la ensayista Anna Grossman en su libro Obsolete, también despierta alguna duda. “El cambio que se ha producido entre las dos últimas generacion­es es mucho más drástico que los anteriores. Es verdad que con la tecnología hemos arreglado muchos problemas, pero a lo mejor no hacía falta solucionar algunos de ellos”.

El móvil ha absorbido otros dispositiv­os, desde cámaras de fotos hasta despertado­res

El desarrollo de las ‘wearables’ y de las gafas amenaza su liderazgo

El habla y la inteligenc­ia artificial serán las próximas funciones de este aparato

 ?? RICHARD BAKER / GETTY ?? Oficina ‘vintage’. Así se trabajaba en la división del banco de inversión de Barclays a mediados de los años noventa. El móvil e internet lo han cambiado todo
RICHARD BAKER / GETTY Oficina ‘vintage’. Así se trabajaba en la división del banco de inversión de Barclays a mediados de los años noventa. El móvil e internet lo han cambiado todo
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain