Semana de protestas
Policías y activistas democráticos han mantenido un duro pulso ante la visita del presidente chino a Hong Kong
Las protestas se han apoderado por una semana de Hong Kong, una ciudad poco habituada a los altercados públicos. A lo largo de toda una semana los activistas prodemocráticos han estado jugando al gato y al ratón con las fuerzas de policía locales. Un pulso que se inició tres días antes de que llegara el presidente chino, Xi Jinping, y que no ha terminado hasta su marcha, ayer sábado.
Las escaramuzas se iniciaron el pasado lunes, cuando Joshua Wong, el joven hongkonés que se convirtió en el rostro de la revolución de los paraguas en otoño del 2014, protagonizó el primer acto de protesta. Junto a un docena de manifestantes cubrieron con un velo negro la estatua de la flor bauhinia, que
El infatigable activista Joshua Wong se ha pasado la semana de arresto en arresto
Pekín regaló a Hong Kong en 1997, cuando retornó a China, y que la ciudad asumió como símbolo desde entonces.
La policia retiró inmediatamente el velo del monumento, que se erige frente al centro de Convenciones y se ha convertido en visita obligada para los turistas chinos del otro lado de la frontera.
“Un país, dos sistemas es una mentira desde hace 20 años”, coreaban Joshua y sus amigos, mientras los guardias retiraban la pancarta negra. Un eslogan que provocó que un policía les increpara: “¡Insultáis a vuestro país. Sois chinos!”.
El monumento a la bauhinia fue, asimismo, el escenario de una nueva protesta. Joshua Wong y otros jóvenes activistas protagonizaron una sentada alrededor y dentro de la flor el miércoles, la víspera de la llegada de Xi a la ciudad. En esta ocasión la iniciativa acabó con el arresto de 26 personas y una protesta a las puertas de la comisaría donde estaban retenidos. Algunos de ellos permanecieron en las dependencias policiales hasta la madrugada del viernes, como el propio Johua.
Pero Wong y sus compañeros del partido Demosisto que dirige, aún volvieron a protagonizar otra manifestación y terminaron de nuevo en las dependencias policiales. Fueron esposados y detenidos el viernes por la noche, cuando participaban en una marcha para exigir más libertades y llamar la atención sobre la situación del disidente chino y premio Nobel Liu Xiaobo. En esta ocasión fueron agredidos por un grupo de manifestantes prochinos que les rodearon y les atacaron. “La policía no hizo nada. Les dejaron actuar, hasta que optaron por detenernos y mantenernos retenidos hasta esta mañana [ayer para el lector]”, explicó el propio Wong en una rueda de prensa en el Parlamento.
Cuando fueron puestos en libertad, Xi Jinping ya estaba en el interior del centro de Convenciones, donde tuvo lugar la conmemoración del vigésimo aniversario de la retrocesión de Hong Kong a China.
Tras este acto, el líder chino regresó a Pekín y Joshua Wong y otros activistas democráticos todavía participaron en la tarde de ayer en la tradicional marcha contra el régimen comunista que los hongkoneses celebran el primero de julio para protestar por la reincorporación a China. Fue el último acto de una semana de protestas lideradas por el
David Joshua Wong contra el gigante Xi, que ni se enteró.