El nodo informa de la fiesta LGTBI
La música del nodo la ponen ustedes. Gracias.) Las siempre acogedoras ciudades de Madrid y Barcelona reciben esta semana de calores estivales a los miembros de la comunidad LGTBI llegados desde todos los rincones del planeta para celebrar con orgullo, gracejo y alegría su orientación sexual.
La Villa del Oso y el Madroño y la Ciudad Condal, perla del Mediterráneo, han dado la bienvenida a los gais, lesbianas, transexuales y bisexuales de los cuatro puntos cardinales del globo que en su fiesta patronal se funden en fraternal abrazo con el recio pueblo español.
En el aeropuerto de Barajas, una representación de casados españoles, con la típica boina calada, curvas de la felicidad y mentes calenturientas, ha recibido a los primeros nórdicos del colectivo LGTBI desembarcados en la capital. Con sus inconfundibles melenas rubias, nuestros huéspedes han compartido un vaso de vino español y han intercambiado animadas anécdotas sobre sus respectivas experiencias sexuales.
Barcelona ha hecho gala del proverbial seni y con marcado espíritu emprendedor ha organizado en el recinto ferial de Montjuïc una exposición de productos dirigidos a la comunidad LGTBI, cuyos representantes elogiaron su diseño y ajustado coste entre las muestras de afecto de un público de empresarios catalanes con sus elegantes queridas. Un delegado estadounidense de color hizo sus pinitos en la lengua imperecedera de don Salvador Espriu y recitó aquello de “Barcelona és bona si la bossa sona”.
Como no podía ser menos, la madrileña plaza de toros de Las Ventas fue el escenario de una animada capea en la que gais y lesbianas pudieron demostrar sus habilidades con la capa y el estoque, bajo la supervisión del maestro Luis Miguel Dominguín.
La Rambla se ha teñido todas las noches de los colores del arco iris y las floristas han improvisado ramos para el acontecimiento ante el asombro de unos visitantes que ya llevan en el corazón el nombre de Catalunya, sinónimo de laboriosidad, esfuerzo y sudor.
No podía faltar una audiencia en el palacio de El Pardo con Su Excelencia el Generalísimo Franco. El Caudillo tuvo la deferencia de lucir uniforme de cuero negro, muy elogiado por sus invitados, a quienes explicó la españolidad del Sáhara LGTBI y su afición por la tortilla de patatas sin cebolla.
Las noches de Madrid y Barcelona dan testimonio de esta fusión amistosa e imperecedera de la España que sin renunciar a sus valores es capaz de acoger con una sonrisa a unos visitantes que han paseado el orgullo de haberse conocido y ser diferentes por nuestras calles y avenidas. Las tunas despidieron a los rezagados en los aeropuertos con serenatas mientras que la Guardia Civil tomaba fotografías y filiación, a modo de recuerdo, de los participantes de este desembarco LGTBI. (Sintonía final.)
Una comitiva de españoles casados con boina, barriga y mente calenturienta dio la bienvenida al colectivo