Márquez vuelve al n.º 1 tras un mes de remontada
Marc Márquez logra su octava victoria seguida en Alemania y se abraza al liderato de MotoGP
Marc Márquez se marchará de vacaciones, hasta el 3 de agosto, con los deberes hechos y unas notas excelentes en el primer parcial del curso: con la octava victoria consecutiva en Sachsenring, su jardín preferido, su pista salvavidas, y con el liderato bajo el brazo, por primera vez esta temporada, después de haber recuperado –atención– 42 puntos a Maverick Viñales en solo tres carreras: 61 a 19 paya ra el de Cervera en el triángulo Catalunya-Holanda-Alemania. El Mundial de MotoGP está que arde, con los cuatro primeros pilotos separados por 10 puntos. Pero para inquietud de los tres perseguidores, el campeón ha vuelto con fuerza.
La remontada de Marc ha sido colosal. Cuando el 8 de junio aparecía por el paddock de Montmeló, Márquez lo hacía con mucha prudencia, cuarto del campeonato, alejado a 37 puntos de un Viñales que había empezado la fuga. “Mientras haya opciones lo intentaré; de una carrera a otra pueden cambiar muchas cosas, el campeonato es muy largo”, pronosticaba el 93. Fue segundo en casa, salvó la lluvia de Assen con un tercero y ayer venció en su pista talismán como se podía esperar el sábado al agarrar la pole, con su fórmula preferida: posición preferente de salida, ritmo elevado, escapada disuasoria y victoria. Y así van ocho veces en Alemania, donde es imbatible desde el 2010.
En total, en estas tres últimas citas, 61 de los 75 puntos posibles; mientras que Viñales, su gran rival por el título, se ha ido desinflando, sólo 19 puntos en el trío, aquejado de un sinfín y variado repertorio de problemas técnicos, fuese con las gomas Michelin (en Catalunya), con el agua (caída en Assen) o con la electrónica y la aceleración (en mojado en Sachsenring).
Aun así, Viñales podía irse satisfecho de Alemania al minimizar el golpe de Márquez, ya que el de Roses, tras sufrir el sábado en la clasificatoria pasada por agua, salía 11.º de la parrilla y pudo escalar hasta el 4.º puesto tras fajarse con huesos como Crutchlow, Loren-
TONI LÓPEZ JORDÀ UNA REMONTADA SOBERBIA En tres carreras, el de Cervera ha enlazado tres podios y ha recuperado 42 puntos a un errático Viñales
zo, Aleix Espargaró, Petrucci, Dovizioso –un GP le ha durado el liderato– y dejarle claro a Rossi quién manda en Yamaha con un adelantamiento de genio para marcar jerarquía.
Sin embargo, cuando Maverick se vio a las puertas del podio, cuarto, la tercera plaza le quedaba lejísimos, a 4 segundos con sólo 10 vueltas por delante. Imposible atrapar a un Dani Pedrosa que, como Márquez y Jonas Folger, se había construido el honor del podio con una sensacional escapada al inicio de la prueba.
Como los protagonistas de la primera fila anticiparon en la víspera, la táctica consistió en salir como alma que lleva el diablo y alejarse rápidamente de Rossi, Dovizioso y Viñales, que arrancaban retrasados, de la tercera y cuarta líneas. En 10 vueltas, el primer tercio de carrera, Márquez ya había metido 5,7 segundos a Rossi, 6a Dovi y7,5a Mack. Y en la 20, segundo tercio, ya tenía a los tres rivales del Mundial a 10 segundos... A Márquez le estaba saliendo de perlas el guión preparado.
Pero no contaba el de Cervera con la sombra que empezó a crecerle por detrás, y que por momentos lo devoró. El novato Jonas Folger, del Yamaha Tech3, buscaba su día de gloria en casa. Con buen ritmo y mucho descaro, el niño alemán se enganchó a Lorenzo en la salida, y lo pasó; se pegó luego a Pedrosa, y lo pasó; y luego se puso a cola de Marc... y lo llegó a pasar en la sexta vuelta, e incluso vivió su instante mágico liderando la carrera durante cinco giros. Hasta que se fue largo en la curva 1 y Marc restableció su lógica de Sachsenring. “Pensaba que podía batirle, pero me ha faltado goma en las dos últimas vueltas”, se excusaba Folger, primer alemán que pisa el podio en casa en MotoGP.
Márquez sólo tuvo que incrementar un poco el ritmo y distanciarse unas décimas de Folger para asegurar la segunda victoria del año, la octava consecutiva en Alemania. “Estoy muy contento de irme de vacaciones siendo líder; hace tres carreras, cuando estaba a 37 puntos, no me lo hubiera creído”, decía el tricampeón, que dedicó su 31.ª victoria en MotoGP a Nicky Hayden y a su familia.