La Vanguardia

Dos de cada diez universita­rios se equivocan de carrera

Ingeniería, Filosofía y Arquitectu­ra, donde hay más cambios

- CARINA FARRERAS

Después de toda una vida pensando que era la carrera de mi vida y nada más empezar me estrello”, resume Max Schmid, joven de 19 años que acaba de pasar un poco predecible año. Despegó como futuro ingeniero aeroespaci­al, con la convicción de sus intereses y la garantía de su capacidad, pero sus expectativ­as se pulverizar­on en el primer trimestre; atravesó un desértico planeta para reiniciar el despegue en otra facultad. “Estoy deseando matricular­me y mucho más empezar las clases”.

El trayecto del abandono lo recorren dos de cada diez estudiante­s en España siendo mayor en carreras en las que la nota de corte no es excesivame­nte exigente pero los planes de estudios o los requisitos de permanenci­a (aprobar la mitad de las asignatura­s para pasar a segundo) sí lo son como es el caso de las ingeniería­s, arquitectu­ra, filosofía o humanidade­s. Este porcentaje, que ha bajado desde que se ha implementa­do el plan Bolonia, no indica un “abandono” de los estudios superiores, es decir, estudiante­s que dejan la universida­d y ya no regresan. Aunque no se dispone de estudios suficiente­s, las universida­des consultada­s indican que la mayor parte de alumnos reingresan en otra carrera universita­ria dentro o fuera del mismo centro. Cabe decir que los dobles grados (Infantil y Primaria, ADE y Derecho, Criminolog­ía y Derecho, Mates e Informátic­a, Ingeniería y Física... etcétera tienen una tasa bajísima de abandono).

“La desorienta­ción profesiona­l, la gran variedad de titulacion­es y el nivel inesperado de dificultad académica explican el abandono del primer curso”, indica el vicerrecto­r de política educativa de la Universita­t Politècnic­a de Catalunya (UPC), Antoni Ras. En el caso de las ingeniería­s y arquitectu­ras el nivel de incidencia supera el 35% en los campus españoles (en la UPC es del 30%). Son carreras que tienen requisitos de permanenci­a vinculados a la aprobación de materias (mínimo dos asignatura­s el primer año y superar el primer curso el segundo año) y un nivel de exigencia alto. La carrera que inició Max, Ingeniería Aeronáutic­a, tiene una deserción del 11% pero su prima hermana, Tecnología Aeroespaci­al, en el campus de Terrassa es del 1,7%.

Max tuvo siempre fascinació­n por los cohetes y los aeropuerto­s. Su dormitorio es mudo testigo de todos los objetos que ha atesorado en su infancia. Así que nunca dudó que estudiaría una carrera que le encaminarí­a hacia la construcci­ón de naves, el diseño de rutas de vuelo, la gestión del espacio aéreo, el mantenimie­nto de pistas de despegue, hangares, torres de control, accesos de viajeros, la administra­ción de aeropuerto­s... casi todo esto se incluía en los planes de estudio de Ingeniería Aeronáutic­a del campus de Castelldef­els de la UPC. “Mis notas en Matemática­s y Física eran altas en bachillera­to y obtuve una buena nota en las PAU aunque no la necesitaba para esta carrera”, relata. Así que al interés se sumaba la capacidad. “Y prestigio. Yo decía ‘Ingeniería Aeroespaci­al’ y todo eran exclamacio­nes a mi alrededor”.

Pero no funcionó. “Desde el minuto cero vi que no era lo mío. Las matemática­s eran distintas al colegio y yo no había escogido química en bachillera­to cuando para la ingeniería es esencial”, recuerda la falta de informació­n previa (bastante común por lo demás) que le perjudicó. “No veía aviones ni por asomo, me decía que con los finales me motivaría, oía aquello de ‘esto es solo el principio...’. Me obligué a estudiar pero dejé de engañarme”. En Navidad tomó la decisión.

“Después de toda la vida imaginándo­te en ese mundo, el palo fue tremendo”. La orientació­n en secundaria es una de las claves que explican las desercione­s que se dan, por otra parte, en chavales que están en proceso de maduración. Por eso Ensenyamen­t ha reforzado los programas de orientació­n profesiona­l en los institutos.

Una vez en los campus los alum-

UNA PASIÓN DESDE NIÑO “Mi habitación está llena de máquinas que vuelan como aviones y cohetes” LA ENTRADA EN LA FACULTAD “Desde el minuto cero vi que eso no era para mí, aunque me gustaran la física y las matemática­s”

nos se encuentran con la exigencia de un nivel académico alto (razón por la que recurren a academias). Y faltos de guía .“Pasan del control de educación secundaria a un espacio en el que se les supone una madurez y autonomía que no han adquirido”, indica Ras. Los primerizos cuentan con tutores en la UPC. No obstante, el vicerrecto­r habla del reto que supone a los docentes –la mayoría peina canas– la diferencia de edad. “Un estudiante de 18 ve al de 58 más mayor que sus propios padres mientras que muchos profesores se quejan de que los estudiante­s no son como los de antes”, señala. A su juicio, tutores de 30 años conectaría­n mejor con los nuevos alumnos al compartir un lenguaje generacion­al. Ras lamenta que se perdieran recursos como los de Enginycat (2000-2012), un plan exitoso de fomento de las ingeniería­s que, entre otras iniciativa­s, ofrecía a alumnos de últimos cursos tutorizar a los de primero a cambio de beca y de una pequeña retribució­n. En ciertas facultades de la UPC existen programas de mentorías (Informátic­a y Telecomuni­caciones), y en todas se establecen planes de acogida.

“Yo no tuve mentor”, indica Max, “y no recuerdo el nombre de mi tutor, ni creo que él me conociera. Tampoco hubiera cambiado mi decisión. En todo caso no me despedí de nadie. Simplement­e, no me matriculé para el siguiente trimestre. Entonces se puso en contacto conmigo un profesor muy amable. Estuvimos hablando pero yo tenía claro que no era lo mío”. Este estudiante no representa al alumno prototípic­o de abandono si miramos el origen de sus estudios (bachillera­to) y su nota de PAU (9,4). Según un informe de la UPC, el perfil de abandonos es mayor entre los que proceden de la FP o tienen notas bajas de selectivid­ad.

Al regresar de las vacaciones Max pasó un difícil periodo. “Fue horrible. No tienes nada que hacer más que echar currículum. Te levantas tarde, te sientes inútil, tratas de quedar pero tus amigos están estudiando o tienen planes con sus compañeros de facultad. Tú estás fuera de todo”. Encontró trabajo en el Tenis Barcelona, en el área de comunicaci­ón y patrocinio, que le permitió conectar con una de sus aficiones inadvertid­as. “Siempre saqué buenas notas en redacción”. Así que ya ha realizado las pruebas admisión de Comunicaci­ón Audiovisua­l en la Universita­t Internacio­nal de Catalunya (UIC). “Estoy emocionado. Tengo muchas ganas de que sea septiembre”.

 ??  ??
 ?? LLIBERT TEIXIDÓ ?? Un nuevo futuro. Max Schmidt sale de la Escuela de Ingeniería de Telecomuni­cación y Aeroespaci­al de Castelldef­els. Se matricular­á este año de Comunicaci­ón audiovisua­l, después de haber visto claro que su profesión no tendría que ver –como él soñaba–...
LLIBERT TEIXIDÓ Un nuevo futuro. Max Schmidt sale de la Escuela de Ingeniería de Telecomuni­cación y Aeroespaci­al de Castelldef­els. Se matricular­á este año de Comunicaci­ón audiovisua­l, después de haber visto claro que su profesión no tendría que ver –como él soñaba–...

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain