La Vanguardia

El dilema Murray

Andy Murray, lastrado por una temporada aciaga, dice haber dejado atrás sus problemas de cadera

- SERGIO HEREDIA

La afición británica está en vilo ante las incertidum­bres que despierta su campeón a las puertas de un torneo de Wimbledon que contará con la presencia en plena forma de Federer, Djokovic, Nadal y Wawrinka, en contraposi­ción con la temporada del tenista escocés, que no parece encontrar su juego pese a contar con la ayuda de Ivan Lendl.

Una vez, hace más de treinta años, Ivan Lendl (57) dijo: –La hierba es para las vacas. No era el único en afirmarlo. Lo mismo opinaba Guillermo Vilas. Y también los tenistas españoles, en general.

Aquellos eran los años ochenta. Y Lendl, fabuloso en tierra, incluso en asfalto, era una nulidad sobre la hierba.

Así pensaba aquel hombre. Y aquello tenía sentido. Había ganado tres veces en Roland Garros y en el Open de Estados Unidos, y dos en el Open de Australia. Sin embargo, Wimbledon se le atragantab­a. Había sido así, al menos, hasta que desarrolló su saque y su volea. Con aquellas nuevas armas –nuevas para él–, Lendl llegó a disputar dos finales en el All England Club (1986 y 1987). Perdió ambas. Pero creó un poso, una experienci­a.

Y con esa experienci­a, intenta reconstrui­r a Andy Murray (30).

Murray, el pupilo de Lendl, lo reconoce.

Para él, este está siendo un mal año. Tal vez, la resaca de una temporada fabulosa, la del 2016.

Lo dicen sus resultados. Ha caído en primera ronda en dos de sus tres últimos torneos. Lo dice la estadístic­a: este está siendo el peor inicio de año de un número uno desde 1999 (Pete Sampras). Y lo dicen sus lesiones de los últimos tiempos.

Un problema en el codo que le tuvo cuatro meses sin poder trabajar el servicio. Y un problema en la cadera que le impidió disputar un par de partidos de exhibición en esta misma semana.

Por culpa de todos estos asuntos, los aficionado­s británicos llevan un tiempo mordiéndos­e los puños. Tanto tiempo esperando a su mesías, el británico que les devolverá la gloria en el tenis, y ahora el hombre se avería.

–Pero la cadera ya no me afecta. En realidad, es un problema que arrastro desde la juventud. Ahora me siento perfecto. Preparado para disputar los siete partidos del torneo. Lo que no negaré es que ha sido una situación estresante. Este es un torneo extraordin­ariamente importante. Y el no poder entrenarme por unos días me generó mucha preocupaci­ón –dijo Murray ayer.

Así, bajo estos parámetros, arrancará hoy el hombre, el defensor del título, el líder mundial. Le espera el kazajo Alexander Bublik. El 134º del mundo. Y por lo tanto, un desconocid­o. Y por lo tanto, un peligro. ¿Cómo juega? ¿Cuáles son sus debilidade­s? ¿Sus facultades...?

Antes, nunca se han enfrentado entre sí.

–¿Y cómo lleva la presión, la posibilida­d de perder el número uno en las próximas semanas? –se le preguntaba ayer.

Murray tiene a Djokovic, a Wawrinka y, sobre todo, a Nadal, soplándole en la nuca.

–Procuro no pensar en eso ahora. Quizá lo haga más adelante, conforme avanza el torneo, si veo que esos nombres continúan en el cuadro.

A diferencia de Murray, el resto parece últimament­e inspirado. Djokovic acaba de adjudicars­e el torneo de Eastbourne. Wawrinka estuvo estupendo en Roland Garros: tan solo cedió en la final. Y Nadal, el mejor tenista del año, ha pasado algunos días preparándo­se en una pista de hierba en Mallorca.

–Era mejor eso, acercarse lentamente a la hierba, en vez de seguir estresándo­me, jugando por ejemplo en Queen’s. Después de Roland Garros, no podía seguir compitiend­o –dijo Nadal el sábado, cuando atendió a la prensa.

Roger Federer no lo ve de ese modo. Y a un tenista como este conviene escucharle: ha ganado siete veces en Wimbledon:

–Djokovic y Nadal pueden ganar perfectame­nte este torneo. Pero si Murray está a tope físicament­e, él será el gran favorito.

Todo eso, Murray lo relativiza. El escocés piensa en tenis, pero también anda con la mente en otro sitio. Ayer anunciaba que va a ser padre por segunda vez:

–¿No le afecta eso? –le preguntaro­n los periodista­s.

–Estoy acostumbra­do. Tengo una familia casi desde mis primeros años en el circuito.

Nadal, Djokovic y Wawrinka se han echado encima del escocés, que hoy debuta ante Bublik “La hierba es para las vacas”, decía Lendl en los años ochenta; hoy es el asesor del astro escocés

 ?? MICHAEL STEELE / GETTY ?? Andy Murray se dirige hacia el vestuario, tras un entrenamie­nto, ayer en el All England Club de Wimbledon
MICHAEL STEELE / GETTY Andy Murray se dirige hacia el vestuario, tras un entrenamie­nto, ayer en el All England Club de Wimbledon

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