Barcelona suspende licencias para proteger el casco antiguo de Horta
Barcelona quiere proteger el tejido urbano de la parte más antigua y tradicional del distrito de HortaGuinardó. Para ello, la pasada comisión de gobierno inició los trámites de suspensión de licencias de construcción y gran rehabilitación durante un año en el casco antiguo de Horta y el entorno de la plaza Bacardí. Otros ámbitos de protección serán las calles de Campoamor-Salses, Cases dels Periodistes en el barrio de Can Baró y de la Font d’en Fargues.
El objetivo, según señaló ayer el Ayuntamiento, es el de estudiar un Plan Especial Urbano de protección como reflejo de una determinada tipología de viviendas y de un tejido urbano muy característico de esta parte de la ciudad. Al tiempo se buscarán estrategias para fomentar la rehabilitación de este ámbito del distrito. La suspensión afecta al otorgamiento de permisos de parcelación de terrenos, la edificación de obra nueva, de gran rehabilitación, de incrementos de volumen o techo, de derribo de construcciones en este ámbito, por un periodo máximo de un año. El Ayuntamiento considera que desde los años 50 la presión edificatoria ha supuesto cambios de las tramas urbanas y en las tipologías de edificios con la consecuente desaparición de parte del tejido tradicional.
Este plan de protección se suma a los que ya ha hecho en este mandato el gobierno municipal, como el del conjunto de 26 casas-fábrica y fábricas del Raval, en Ciutat Vella, la trama histórica del núcleo antiguo de Vallcarca y el patrimonio histórico del núcleo del antiguo barrio de Sant Andreu, entre otras. Estas actuaciones, según señaló el Consistorio, se enmarcan en la voluntad de proteger y preservar la calidad arquitectónica y patrimonial.
En paralelo, ayer también se anunció el inicio de obras para convertir en peatonal un tramo de la calle Bolivia, en el barrio de Poblenou. Se trata, del tramo comprendido entre las calles de Selva de Mar y Fluvià. La peatonalización afecta a un espacio de 265 metros de longitud y 20 de ancho que generarán una superficie aproximada de 5.500 metros cuadrados de nuevo espacio público. Está previsto que las obras tengan una duración aproximada de quince meses y en ellas se invertirán 3,4 millones de euros.
El eje se urbanizará como plataforma única y se aprovechará la intervención para renovar en profundidad las redes de servicios, las instalaciones de recogidas de residuos, el mobiliario y el verde urbano. También está previsto conservar parte de la nave de la fábrica Tallada i Lora, así como su chimenea, que pasará a formar parte del conjunto de patrimonio fabril del Poblenou.