El estado turístico
Hace unos días el Barómetro semestral de Barcelona señaló por primera vez el turismo como el principal problema de la ciudad. Este dato confirma la situación de conflicto que desde hace tiempo suscita un importante debate social y alimenta la disputa entre las partes implicadas. Frente a este escenario de emergencia ciudadana el FAD se propuso abordar el tema en el marco del FADfest (del 27 de junio hasta ayer). A través de una exposición móvil (instalada en el interior de un autobús que se movió entre distintos puntos de la ciudad) y otras actividades incluidas en el programa comisariado por el arquitecto Ramon Faura, hemos examinado el papel del turismo en Barcelona y su impacto sobre la ciudad. El objetivo no era ofrecer respuestas definitivas (no las tenemos) sino señalar aquellas cuestiones que nos parecen realmente importantes para dimensionar el fenómeno de manera objetiva e imparcial. Se trataba de interpretar la información y los datos obtenidos en las entrevistas que hemos realizado con representantes de las diversas partes implicadas. Después del verano, estas entrevistas se convertirán en un documental que dará voz a todas las partes y hará balance de la situación, discerniendo entre prejuicios y problemas reales, entre ventajas e inconvenientes.
Avanzamos brevemente algunas de nuestras conclusiones. Una de las más importantes es que los problemas derivados del turismo no pueden hacerse recaer sobre el turista individual sino que son el resultado de la gestión que realizan los diversos agentes participantes. El impacto del turismo sobre la ciudad y el conjunto de nuestros espacios habitables (incluidas nuestras viviendas y nuestras escaleras de vecinos) es el de una industria. Como tal, esta industria debe estar regulada y permanentemente monitorizada por parte de las administraciones. El turismo es una actividad económica que genera enormes beneficios para unos cuantos y que, tal y como señala la directora del Área de Ecología, Urbanismo y Movilidad del Ayuntamiento, Janet Sanz, pone de manifiesto un conflicto entre “el capitalismo y la vida”. Las problemáticas derivadas de la actividad turística nunca son, en este sentido, conflictos de convivencia de carácter doméstico sino daños colaterales de un modelo que debe ser urgentemente revisado. Cambiar este modelo, sin embargo, no será fácil. El turismo no es un fenómeno discreto sino una actividad extremadamente compleja en el interior de la cual se superponen y entretejen multitud de intereses, derechos y obligaciones. Gestionarlo implicará reconciliar todos estos aspectos a través de normativas y directrices que todavía están por inventar, consensuar y aplicar. Con este nuevo “ensayo general”, el FADfest pretende ofrecer el mayor número de pistas para que, entre todos, podamos empezar a trabajar cuanto antes.