Prevención de plagas
El miércoles, Raquel Andrés Durà hablaba, en la edición digital de La Vanguardia ,deun artista callejero que ha pasado a ser conocido como “el Bansky valenciano”. Se hace llamar Escif y pinta grandes murales en las paredes de la ciudad de València, con un estilo que efectivamente podría recordar al del grafitero británico, si no fuese porque los de este son de una calidad gráfica superior. En uno de los grafitis de Escif se ven tres policías con escudo y casco de protección golpeando con sus porras un enorme libro que está en el suelo. Podría exactamente ser un dibujo del demagógico El Roto, pero hay que tener en cuenta que muchos grafitis de Bansky también pueden parecerlo. Es lo que pasa con buena parte de esta evolución grafitera del llamado arte de guerrilla.
Hace cosa de un par de meses, en la calle Guillem de Castro apareció un mural con varios tipos de escarabajos, cucarachas y ratas, con un eslogan que quiere hacer referencia al turismo masivo que también sufre la capital valenciana: “Prevención de plagas. Pisos. Apartamentos. Restaurantes”. Raquel Andrés Durà explica que no fue hasta este lunes que Escif publicó en su página web Street Against (sobre todo, que el inglés no falte) una explicación de su mural: “València, como tantas otras ciudades, está sufriendo las consecuencias de la turistificación de algunos barrios. Son muchos los turistas exprés que llegan en manadas a consumir la ciudad; devorando, engullendo, defecando y huyendo velozmente del escenario del crimen. Como aparte de la festivización de las ciudades, algunos espontáneos han creado visitas guiadas a los murales y grafitis de la ciudad. Igual que está sucediendo en otros sectores, la cultura de barrio menosprecia a los habitantes locales, seducida por la aparente rentabilidad de un turismo creciente. Pan para hoy, hambre para mañana”. A Escif le molesta que, siendo tan combativo contra la masificación turística, sus murales formen parte de las rutas de grafitis que algunas empresas organizan por València. Desde la misma concejalía de Turismo del Ayuntamiento los alaban como espacios de creación donde los artistas exponen “sus obras a la vista de todo el mundo y embelleciendo fachadas con reivindicaciones o expresiones del arte más actual”. (Caja, cobre.)
Hace tiempo que lo de los banskys –supongo que los diccionarios aceptarán pronto la palabra– se está saliendo de madre. En Estados Unidos la novedad de los últimos años son los banskys de derechas. Hay diversos. El más conocido se hace llamar Sabo. Es un exmarine del ejército estadounidense, nacido en Texas y que, tras dejar la milicia, estudió arte en Los Ángeles, donde ahora vive. Fan declarado de Donald Trump, evidentemente. Pequeñas muestras de su arte reivindicativo: “Los republicanos son el nuevo punk”, “que se joda la paz”, “que se joda Tíbet”... No teníamos bastante con los banskys de izquierdas que ahora también los hay de derechas. Pronto pegarás una patada en el suelo y te saldrán mil.
Pronto pegarás una patada en el suelo y te saldrán mil banskys