El sector de la moto denuncia un agravio en el impuesto del CO2
El impuesto sobre las emisiones del dióxido de carbono (CO2) que ha aprobado el Parlament para aplicar a partir del año que viene ha provocado el rechazo de los representantes de fabricantes de motos. Al analizar la letra pequeña de la nueva ley, la patronal del sector de las dos ruedas, Anesdor, ha encontrado lo que considera un agravio comparativo respecto a los coches.
Las cuotas que se aplicarán sobre los vehículos privados son progresivas en función de las emisiones, tanto para turismos como para motocicletas. Anesdor critica que el margen de emisión para los vehículos de cuatro ruedas sea mucho mayor que para las motos. Mientras las motos sólo estarán exentas del impuesto hasta los 75 gramos de CO2 emitido por kilómetro, los turismos no empiezan a pagar hasta los 95. A partir de ahí, van subiendo las cuotas progresivas también de manera diferente. Por poner un ejemplo, una moto que emita 101 gramos de CO2 por kilómetro pagará de media 18 euros al año. En cambio, un turismo en ese mismo tramo de emisiones contribuirá a las arcas de la Generalitat con cuatro euros, lo que supone que las motos aportarán hasta un 437% más que otros vehículos.
El secretario general de Anesdor, José María Riaño, considera la discriminación contra la moto como contradictoria en relación a las medidas anunciadas por el gobierno catalán para reducir la contaminación. “La moto representa el 24% del parque de vehículos y sólo contribuye con el 3% de los óxidos de nitrógeno y el 1% de dióxidos de nitrógeno frente al 57 y el 70% de otros vehículos”, indica Riaño.
Fuentes del departamento de Territori i Sostenibilitat justifican la diferenciación en base a dos factores: la ocupación potencial de los vehículos (se premia la capacidad de tener una alta ocupación aunque en la práctica las estadísticas sitúan en poco más de un pasajero de media) y el aspecto tecnológico. “Un coche que emite 101 gramos de CO2 por kilómetro es pequeño, bastante eficiente y de pocos años de antigüedad debido a las diferentes normativas y presión que han hecho disminuir de forma drástica las emisiones; por contra, una moto de las mismas emisiones estaría alrededor de los 250 centímetros cúbicos o más”.
Desde el Gobierno catalán apuntan que el 81% del parque matriculado en el 2013 estaba por debajo de estos valores, con lo que el impuesto a pagar giraría alrededor de los cuatro euros en lugar de los 18. Además, los ciclomotores o motos de menos de 50 centímetros cúbicos están en la mayoría de los casos por debajo del límite mínimo y, por lo tanto, no pagarán nada.