Hacia el horizonte ‘residuo cero’ para unas ciudades más sostenibles
El AMB avanza en la gestión de los residuos urbanos con el apoyo de los municipios metropolitanos, con un nuevo programa marco y cambios en la fiscalidad
La gestión de los residuos urbanos es uno de los retos cotidianos más complejos para los municipios. Los índices de recogida selectiva están estancados alrededor del 34% del total generado, por lo que los ayuntamientos metropolitanos trabajan conjuntamente con el AMB para implantar nuevas medidas que aumenten este porcentaje y permitan avanzar hacia un horizonte de residuo cero. Fiscalidad verde, ayudas y asesoría técnica, una prueba piloto en la playa o la redacción del futuro Programa de Gestión de Residuos 2017-2025 son cuatro de los instrumentos puestos en marcha recientemente.
Este verano, la medida más sorprendente y visual para el ciudadano será un ensayo de depósito y retorno de envases en la playa de El Prat de Llobregat. Durante todo el mes de julio y parte de agosto, el Área Metropolitana de Barcelona desarrolla un innovador test en los cuatro chiringuitos del litoral pratense. Cada vez que alguno de los numerosos visitantes que acuden a esa franja de costa compre una bebida en esos establecimientos para consumirla en la arena, deberá abonar un pequeño depósito de 10 céntimos de euro, que le será retornado en metálico al devolver el envase.
Todas las latas, botellas y vasos de plástico que se sirvan estarán previamente identificados con códigos QR, para poder analizar cuáles son devueltos y cuáles no, los patrones de comportamiento mayoritarios y las posibilidades y los retos que afrontaría este sistema de recogida en caso de implantarse en un futuro en áreas más extensas. De este modo, las bebidas que los visitantes traigan de casa y aquellas consumidas in situ en los locales no se contabilizarán para no distorsionar el estudio.
Informadores a pie de playa explicarán el funcionamiento de la prueba piloto, además de elementos físicos de señalización en la arena. “La iniciativa, además de recopilar datos, permite dar a conocer la existencia de sistemas complementarios que pueden mejorar la recogida selectiva de los envases”, destaca Eloi Badia, vicepresidente de Medio Ambiente del AMB.
UN INCENTIVO DIRECTO Y CLARO
“El depósito es un incentivo económico directo, que refuerza las campañas de concienciación medioambiental con un beneficio inmediato”, señala el responsable metropolitano. Al tener un valor económico, los envases ya no quedan abandonados, sino que el consumidor u otros usuarios de la playa lo devuelven y obtienen un provecho personal y colectivo.
Los visitantes de la playa de El Prat de Llobregat podrán participar en una prueba piloto de retorno de envases
En realidad, añade Badia, el reembolso “era una práctica habitual hasta los años ochenta y noventa, al retornar botellas de cristal que se reutilizaban, como las de cava o de sifón”, pero la evolución de la industria llevó a su desaparición y a la proliferación de envases de un solo uso.
La elección del escenario no ha sido nada casual: “Los envases suponen el 80% del volumen de residuos recogidos en las playas y, en la mayoría de casos, se trata de bebidas”, explica. La buena predisposición del Ayuntamiento de El Prat de Llobregat y la ubicación aislada de esta playa la han hecho idónea para el estudio, que el año que viene podría repetirse en otras zonas metropolitanas.
GENERAR CONOCIMIENTO
La prueba piloto durará cinco semanas y nace de un estudio del AMB elaborado en octubre de 2016 sobre la viabilidad técnica, económica y ambiental de aplicar el sistema SDDR (iniciales de depósito,
devolución y retorno de envases) a gran escala. El análisis hacía constar las dificultades legales de una implementación –que sería de competencia estatal o autonómica– a corto plazo en la metrópolis y recomendaba poner a prueba la reacción de los consumidores con un test en un espacio real y acotado. Las conclusiones aportarán conocimiento y datos recientes al debate legal sobre nuevos modelos de recogida de residuos.