Los actores de origen musulmán que triunfan en Hollywood
Actores de origen musulmán triunfan en la meca del cine pese al veto de Trump
Se llama Sayed Badreya, es egipcio y desde que en 1987 participó en una película coprotagonizada por el mismísimo Pelé, se ha ganado la vida como actor en Hollywood. Si bien le ha tocado trabajar con George Clooney en Tres reyes, con Robert Downey Jr. en Iron Man y con Arnold Schwarzenegger en
Mentiras arriesgadas, en sus escenas con ellos nunca hubo mucha profundidad emocional. Es que Badreya, con un tipo físico que coincide perfectamente con cómo imagina el norteamericano medio al terrorista musulmán, ha desarrollado una carrera, encarnando villanos que usualmente mueren a manos del héroe de turno. Cómo él, son muchos los actores que profesan esa fe y que aceptan con resignación los papeles de malo que en otros tiempos estaban reservados para alemanes y británicos.
Sin embargo, casi como una forma de resistencia a la imagen de enemigo público número uno que ha intentado imponer el presidente Trump, en los últimos tiempos Hollywood le ha abierto las puer- tas a una nueva camada de actores de ese origen que han ayudado a ponerle otro rostro a la comunidad, destrozando estereotipos y mostrando que ser musulmán es solamente un condimento en una forma de vida que suele ser más similar que diferente.
Uno de ellos es Aziz Ansari, nacido en Carolina del Sur de padres indios musulmanes, quien tras compartir 7 temporadas en la serie
Parks and Recreation con Chris Pratt y Amy Poehler, se lanzó con su propio programa en Netflix,
Master of None, uno de los más populares del servicio de streaming. Otro caso similar es el de Riz Ahmed, un británico de origen paquistaní que este año fue nominado al Globo de Oro por su extraordinaria transformación en la miniserie The night of, y quien a finales del año pasado aportó la cuo-