Anna Malagrida aborda la situación de los emigrantes
El argentino Martín Vitaliti propone en la galería etHALL una reflexión irónica y lúdica sobre el lenguaje del cómic
Malagrida ha escogido un local de apuestas hípicas que resulta una esperanza remota para los huidos de la miseria
Anna Malagrida expone por primera vez en Barcelona Cristal House, una propuesta que presentó en el Centre Pompidou de París. Es una serie fotográfica que se complementa con un vídeo y algunos textos. Como sucedía en anteriores series de esta fotógrafa barcelonesa afincada en Francia, también en esta ocasión su propuesta es clara y coherente en los aspectos formal, conceptual y argumental. Esta vez Malagrida ha centrado su atención en un lugar que es significativo social y estéticamente como metáfora de la visión y reflexión sobre el punto de vista.
El lugar escogido es un local de apuestas de carreras de caballos situado a pie de calle en el centro de París. En estos años de crisis y migraciones trágicas, las apuestas hípicas de Le tiercé significan una esperanza de salvación para quienes han llegado a Francia huyendo de guerras, dictaduras, yihadismos, machismos y miserias generadas en países víctimas de tradiciones y usos antidemocráticos propios y ajenos. Esa esperanza es remota, y de ahí la oscuridad dominante en las fotos de Malagrida.
Visto desde la calle y a través de un vidrio, el interior del local aparece oscuro, aunque se pueden ver manos nerviosas de emigrantes que esperan los resultados de su apuesta. El vídeo, en cambio, muestra la calle desde el interior del local, y esa realidad exterior parece luminosa, dinámica, como una promesa de bienestar. Cristal House es el nombre de un caballo, pero además alude a ese vidrio que separa dos realidades.
El tema de los refugiados y la migración hacia Europa lo ha sabido tratar con lucidez Aki Kaurismäki en sus películas Le Havre y El otro lado de la esperanza. Sin embargo, en el medio fotográfico el tratamiento debía ser distinto. Malagrida lo ha resuelto mediante el contraste entre luz exterior y oscuridad interior y limitándose a enfocar unos pocos elementos significativos. Galería Senda. Trafalgar, 32. Hasta el 29 de julio.
Martín Vitaliti. El título de la tercera exposición individual de este artista argentino en la galería etHALL es Los dos pañuelos de Diana y se refiere a uno de los dípticos que incluye la selección. En él se yuxtaponen dos imágenes tomadas del cómic El hombre enmascarado, creado en 1936 por el guionista Lee Falk. Este personaje selvático parece que incita a otros artistas a realizar variaciones, pues existe un excelente precedente en
Diana piensa..., una página que publicó Pere Joan en la revista Cairo en los años ochenta. El nombre aludido es el de la protagonista femenina de la serie, Diana Palmer.
La operación conceptual que lleva a cabo Vitaliti consiste en una reflexión irónica y lúdica sobre el lenguaje del cómic. Esta vez enfoca sobre todo uno de los elementos expresivos esenciales de la historieta gráfica: la relación entre dos viñetas sucesivas y el tiempo-espacio no representado que cabe imaginar en ese lapso. Y también se fija en otro recurso que fue muy usual en el medio hasta finales del siglo XX: el continuará que figuraba al final de cada episodio, para anunciar el siguiente. En el caso de El
hombre enmascarado, la primera viñeta de cada episodio enlazaba con la última del anterior. Y a veces casi la repetía con ligeras variaciones. Vitaliti empareja esas dos viñetas redundantes y el resultado es una reflexión en clave humorística y a la vez rigurosa sobre las retóricas y los modos de la narración gráfica y literaria. Los dos pañuelos de Diana son el mismo pañuelo.
El tiempo suspenso o detenido es otro elemento analizado por Vitaliti en varias obras, en una instalación y en un vídeo de animación donde, a una viñeta que representa personajes quietos en un paisaje, le ha añadido el movimiento de las sombras a través de los días y las noches. Es decir, al instante detenido en una imagen le ha añadido la ilusión del movimiento y del paso del tiempo. etHALL. Joaquim Costa, 30. Hasta el 14 de julio.
Jochen Lempert. Es ya la sexta exposición que el fotógrafo alemán y autor de cine experimental Jochen Lempert (1958) presenta en la galería ProjecteSD. Todas las fotografías son en blanco y negro, en gelatina de plata, y representan detalles del paisaje marino. El título de la muestra –Zostera & Posidonia– se refiere a dos especies de plantas acuáticas comúnmente llamadas hierbas de mar. En algunas de estas fotos las plantas componen dibujos que parecen trazos, huellas de gestos humanos, generalmente sinuosos, de aspecto entre azaroso y natural, aunque en ocasiones el fotógrafo amplía un detalle hasta lograr una composición geométrica ya sin aparentes referencias a la naturaleza. Como sucede en gran parte de la obra fotográfica de Lempert, también en este conjunto predomina la combinación minimalista de formas naturales, texturas orgánicas y espacios vacíos. ProjecteSD. Pj. Mercader, 8. Hasta el 22 de julio.