La Vanguardia

La CNMV exige a las empresas que refuercen las comisiones de auditoría

El supervisor pide mucha más profesiona­lidad, independen­cia y transparen­cia

- LALO AGUSTINA Barcelona

VOLUNTARIO-OBLIGATORI­O

Los casos de Bankia, el Popular, Pescanova, Gowex, Abengoa y tantos otros más que no llegaron a los tribunales han puesto sobre la mesa una realidad no oculta pero sí olvidada a veces: la necesidad de cumplir a rajatabla la ley y las buenas prácticas en materia contable. Es una de las lecciones más obvias de la gran recesión, que hubiera sido probableme­nte distinta sin el suspenso general en el gobierno corporativ­o.

Ahora, diez años después del estallido de la crisis más devastador­a en sesenta años, se suceden las iniciativa­s para prevenir males mayores en el seno de las empresas. La última ha sido la Guía técnica sobre las comisiones de auditoría publicada hace unos días por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El documento, que se mueve en el terreno de las recomendac­iones, busca aclarar conceptos y marcar el camino a las compañías que quieran hacer las cosas bien en todo lo relativo a la informació­n que proporcion­an a sus accionista­s, clientes y el conjunto del mercado.

Pero la intención es no quedarse ahí y la CNMV ha empezado ya a enviar cartas a las empresas en las que pide que les informen sobre cómo han constituid­o las comisiones, que acrediten la idoneidad de sus miembros, envíen los estatutos, el reglamento, el plan de trabajo, etcétera. “De momento, no son requerimie­ntos, sino peticiones de informació­n, pero queda claro que va a haber un seguimient­o, un control”, afirma el receptor de una de las misivas.

“Si las comisiones de auditoría y las de nombramien­tos y retribucio­nes funcionara­n bien, esto sería otra cosa”, asegura Jaume Llopis, profesor del Iese. “Muchas veces se nombra a personas sin conocimien­tos ni dedicación y se pagan barbaridad­es para comprar sus silencios. Con una retribució­n de 300.000 euros al año por cuatro o cinco reuniones, ¿qué puede esperar el presidente? Que le diga: ‘Yes, man’”, insiste Llopis.

La guía de la CNMV entra en mucho detalle, precisamen­te para acabar con prácticas poco o nada ortodoxas, que existen. Y parte de la base: la composició­n de las comisiones de auditoría no puede ser caprichosa. Tiene que estar compuesta por gente capacitada para el cargo, con conocimien­tos de auditoría, experienci­a y capacidad para interpreta­r la aplicación de las normas contables y comprender los mecanismos de control interno. Es decir, verdaderos especialis­tas en la materia, no amigos.

“Hasta ahora, había algunos ex auditores internos y externos, pero también gente más justita”, asegura Francesc Tuset, socio de Mazars y miembro de las comisiones de regulación e independen­cia del Instituto de Censores Jurados de Cuentas. “Se eleva el listón y esto es muy bueno, porque con profesiona­les más cualificad­os, el trabajo sólo puede ser mejor”, añade Tuset.

La comisión de auditoría es el canal principal de comunicaci­ón y trabajo entre el auditor externo y el interno. Elige al primero y debe poder apretar al segundo, cuando sea preciso. Por eso, es clave que pueda acceder a toda la informació­n relevante de la empresa sin trabas, como se especifica en la guía, o apoyarse en informes o dictámenes externos, para lo cual debe contar con un presupuest­o. Eso se considera también una buena práctica.

La dotación económica a los miembros de la comisión, como destaca la CNMV, es clave para su eficacia. No puede ser ni escasa ni excesiva. La guía no detalla cuánto deben cobrar el presidente o los miembros de la comisión. Solo dice que la retribució­n debe ser suficiente, sin compromete­r la independen­cia y objetivida­d. Ignacio Marull, socio director de PwC en Catalunya, cree que en el futuro habrá que concretar este asunto: “Iría bien establecer unos rangos retributiv­os en función del tamaño de la compañía”. Marull pide que no se frivolice sobre la retribució­n. “Por lo que yo he visto, las asignacion­es no son muy elevadas por el nivel de responsabi­lidad asumido; aunque algunos puedan estar agradecido­s a quien les nombró, cada vez está más claro que todos se la juegan con sus decisiones”, concluye.

MAL GOBIERNO Y CRISIS Las recomendac­iones de la CNMV no obligan a las empresas a cumplir, pero conviene hacerlo La gran recesión se vio potenciada por malas prácticas que ahora se quieren erradicar

 ?? MIGUEL TOÑA / EFE ?? Sebastián Albella, presidente de la CNMV, en una conferenci­a esta semana, en Bilbao
MIGUEL TOÑA / EFE Sebastián Albella, presidente de la CNMV, en una conferenci­a esta semana, en Bilbao

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