El Govern eleva hasta el 2,9% la previsión de crecimiento de Catalunya en 2017
El nuevo dato supera en dos décimas el publicado el pasado noviembre. Se prevé que el 2018 el PIB catalán suba un 2,6% y supere los 244.000 M€
El crecimiento medio de un 2,9% en 2017 y de un 2,6% en 2018 da continuidad al ciclo
expansivo de la economía catalana
iniciado en 2014 El crecimiento de la economía tendrá su correlación en un crecimiento de la ocupación, con 80.300 nuevos puestos de trabajo creados este año El entorno económico, enmarcado por unos
tipos de interés excepcionalmente
bajos, está promoviendo el consumo y la inversión en Catalunya
Las perspectivas de la economía catalana para 2017 y 2018 se inscriben en un marco internacional algo más positivo que el pasado 2016. No obstante, la economía del entorno europeo continua débil, aunque más bien orientada que meses atrás. Esta trayectoria reciente se apoya en una política monetaria acomodaticia, que según los últimos anuncios del BCE continuará con medidas extraordinarias en lo que queda de año.
El entorno económico, enmarcado por unos tipos de interés excepcionalmente bajos, está promoviendo en Catalunya el consumo y la inversión y, en definitiva, el crecimiento. El aumento del comercio mundial es otro factor especialmente positivo para la economía catalana, muy abierta a los mercados exteriores. Por otra parte, las previsiones más extendidas no prevén cambios importantes en el precio del petróleo, que se mantiene dentro de unos niveles moderados, a pesar del crecimiento experimentado meses atrás a raíz del acuerdo de la OPEP de limitar la producción.
Previsiones de la economía catalana
En esta situación el crecimiento de la economía catalana para 2017 se presenta favorable, como de hecho ya muestran los indicadores disponibles de los primeros meses del año. Las previsiones actuales del Departament de la Vicepresidència i d’Economia i Hisenda de la Generalitat de Catalunya sitúan el crecimiento medio de 2017 en un 2,9 % y el del 2018 en un 2,6%, la cual cosa da continuidad al ciclo expansivo de la economía catalana iniciado en 2014.
Estas previsiones no distan mucho de las que presentó el pasado mes de abril la Cambra de Comerç de Barcelona (2,8% para 2017 y 2,4 % para 2018), y el pasado mes de mayo, el BBVA (3% para 2017 y 2,7% en 2018).
La demanda interna continuará siendo el principal factor de crecimiento, acompañada de una aportación positiva de la demanda exterior. Así, en 2017 se espera que el 82,7 % del crecimiento (2,4 puntos porcentuales) vendrá de la mano de la demanda interna, y el 17,3 % restante (0,5 puntos porcentuales), de la demanda exterior. En 2018 la demanda exterior ganará peso, con una contribución del 19,2% del crecimiento del PIB, y el 80,8 % restante recaerá en la demanda interna.
Estas previsiones avanzan un crecimiento más equilibrado de la economía catalana gracias, principalmente, a los buenos resultados de las exportaciones de bienes y servicios, que compensan con creces el aumento de importaciones inducidas por la demanda interna.
El comportamiento del comercio con el extranjero presenta una aportación positiva de 0,4 puntos porcentuales tanto en 2017 como en 2018, mientras que la aportación del comercio con el resto del Estado continuará siendo positiva pero más moderada (0,2 y 0,1 puntos porcentuales, respectivamente)
En lo que se refiere a la evolución prevista de la demanda interna, destaca el crecimiento de la formación bruta de capital, con un incremento del
4,5% en 2017 y del 4,3 % en 2018. El crecimiento de la inversión, en particular de la inversión en bienes de equipo, es una de las facetas más positivas de la evolución de la economía catalana en los últimos años: la formación bruta de capital en bienes de equipo y otros activos ha experimentado un crecimiento del 17,3% entre 2013 y 2016. Por otra parte, la inversión en construcción también presenta crecimientos positivos a partir de 2015, después de años de hundimiento.
Se prevé además que la evolución del gasto en consumo de los hogares se modere en 2017, siguiendo la pauta ya iniciada en 2016. En este sentido, las previsiones para este año son de un crecimiento del 2,5 % y las de 2018, de un crecimiento del 2,1 %. La moderación del crecimiento del consumo se explica en parte por el progresivo nivelado del volumen de consumo (en valores constantes) con el que había antes del estallido de la crisis. Así pues, los elevados crecimientos del 2015 y, en menor medida de 2016, hay que situarlos dentro de la comparativa de las caídas acumuladas en los años previos. Finalmente, se prevé que el gasto en consumo de las administraciones públicas crecerá en una tasa del 1,6 % en 2017 y del 1,4 % en 2018.
El crecimiento de la economía tendrá su correlación en un crecimiento de la ocupación (valorada en términos equivalentes a tiempos completos) , que se prevé será de un 2,6 % en 2017 y un 2,4 % en 2018, con 80.300 nuevos puestos de trabajo creados en 2017 y 76.000 en 2018, situando la tasa media de paro en el 13,5% en 2017 y en el 11,6 % en 2018.
Entorno económico
La economía mundial presenta este año una ligera mejora. Las previsiones del FMI del pasado mes de abril apuntan para 2017 un crecimiento del PIB a escala mundial del 3,5 % y una tendencia al alza para los próximos años.
La economía española se encuentra entre el grupo de economías de la zona con mejores resultados desde 2015. Esto se debe a las mejoras de competitividad de la economía, que han incentivado la exportación; y, por otra parte, a la caída de los tipos de interés y del precio del petróleo, la cual cosa ha potenciado la recuperación de la demanda interna, que había quedado muy debilitada por la crisis.
A pesar de que los resultados previstos para 2017 son inferiores a los de 2016, la economía española continúa manteniendo un impulso importante, como muestran los primeros meses de este año.