Cinco ciudades del área metropolitana restringirán el tráfico contaminante
Las rondas de Barcelona serán el núcleo duro de las restricciones de tráfico en caso de episodio de contaminación a partir del 1 de diciembre, pero no serán el único espacio considerado de bajas emisiones. Diversas ciudades metropolitanas están trabajando en unas pruebas piloto de zonas con restricciones de circulación en sus núcleos urbanos.
Sant Cugat es el municipio que lo tiene más avanzado. La prueba piloto se aplicará a partir de finales de este mismo año en 2,5 kilómetros cuadrados que abarcan el centro de la población del Vallès Occidental, donde se prohibirá la circulación a todos los vehículos sin etiqueta ambiental de la dirección general de Tráfico (DGT) en caso de episodio de contaminación. Por su parte, Sant Just Desvern restringirá el paso de manera permanente a todos los coches excepto a los eléctricos pero lo hará sólo en un conjunto de calles mucho más reducido y peatonalizado. Badalona, Sant Boi de Llobregat y Castelldefels también están trabajando en la creación de sus respectivos planes de zonas vetadas a los coches más contaminantes. Lo hacen de la mano de los técnicos responsables del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) para que en todos ellos haya unas dinámicas generales y una señalización común.
Los carteles serán un modelo similar tanto en la capital catalana como en el resto de ciudades metropolitanas. Tendrán un sistema desplegable que en el día a día mostrará la advertencia a título informativo de que en caso de episodio habrá restricciones. Los días que se activen las limitaciones de circulación se desplegará la parte que indica la entrada en vigor de la prohibición de lunes a viernes de siete de la mañana a ocho de la noche para todos aquellos vehículos sin etiqueta ambiental. “La señalización es un paso importante para la puesta en marcha de las restricciones porque demuestra que serán una realidad en los próximos meses”, destacó el vicepresidente de Movilidad y Transporte del AMB, Antoni Poveda, durante su presentación en el consejo de Movilidad celebrado ayer en el ente supramunicipal.
Los letreros se instalarán antes de diciembre en los accesos a las rondas en los términos municipales de Barcelona, l’Hospitalet de
Badalona, Sant Cugat, Sant Boi de Llobregat, Sant Just Desvern y Castelldefels marcarán áreas con restricciones a los más contaminantes Los accesos a las rondas tendrán unas nuevas señales desplegables para los episodios de contaminación
Llobregat, Cornellà, Esplugues y Sant Adrià de Besòs. El resto de las ciudades que creen sus propias zonas de bajas emisiones tienen un calendario más abierto. La intención del AMB es firmar acuerdos con al menos la mitad de ayuntamientos metropolitanos. De momento ya hay 17 convenios comprometidos, lo que para Poveda “demuestra la implicación de la mayoría de municipios en esta política común de la preservación de la salud de los ciudadanos y la mejora de la calidad del aire”.
También debería ser antes de diciembre el plazo en el que se acordase el sistema para controlar el cumplimiento de las restricciones. El AMB apuesta por la instalación de cámaras pero para ello será necesario un acuerdo con la Conselleria d’Interior y la DGT.