Vinicio Capossela
CANTANTE
En el concierto que Vinicio Capossela protagonizó el lunes en el Teatre Grec de Barcelona, el artista italiano, acompañado por una gran banda, manejó multitud de registros y mostró su faceta de cantautor insólito y atrayente.
Vinicio Capossela
Lugar y fecha: Teatre Grec (10/VII/2017)
En algún momento de su comparecencia del pasado lunes por la noche en el Teatre Grec de Montjuïc, Vinicio Capossela citó al divino Dalí enfatizando que “lo universal se alcanza desde lo ultralocal”. Tal es la estrategia que el extraordinario artista italiano ha seguido para elaborar el disco que vino a presentar en Barcelona, Canzoni della cupa (Canciones de lo sombrío), ejercicio de pelaje folk con mirada en la Campania italiana: un fértil microcosmos representado por Calitri, el pequeño pueblo de su padre.
A las canciones de este trabajo consagraron Vinicio y sus seis músicos buena parte del concierto, empezando por la blueseada y áspera Femmine. Canción ranchera, guiños a Johnny Cash, serenatas y apuntes trovadorescos dieron brío y profundidad a estos temas, con mención especial para la fronteriza Il treno y la telúrica Componidori. En un ejercicio de lo más osado (y divertido) incluso unió a Matteo Salvatore y Bob Dylan en Nachecici.
Junto a los temas recientes, las dos horas de concierto dieron para recuperar a los otros Vinicios que existen: el trepidante y “malabárico” (Marajià con sus fantásticos arabescos de theremín, L’uomo vivo, Il ballo di San Vito); el que conmueve en la distancia corta (Ultimo amore );yel que tiene el buen gusto de rendir pleitesía a Chavela Vargas (Canción de las simples cosas )oalmejor tex-mex (Ahí te dejo en San Antonio, con Barcelona como ciudad protagonista). Manejando multitud de registros –y asistido por una banda mayúscula–, Vinicio Capossela sigue siendo el cantautor más insólito y por lo tanto atrayente de Europa: un artista fascinante, siempre danzando en el alambre.