El PSOE andaluz se niega a hablar de plurinacionalidad
Ninguna referencia al concepto de plurinacionalidad aprobado por los socialistas en el congreso federal de junio que devolvió a Pedro Sánchez la secretaría general del partido. Los fieles a Susana Díaz aprobarán a final de mes, en el cónclave de los días 29 y 30, una ponencia política en la que no se habla de diferentes naciones, ni se formulan nuevos conceptos. La presidenta andaluza no está de acuerdo con los equilibrios ideológicos surgidos del cónclave federal y no oculta su frontal oposición.
En el documento de 42 páginas los socialistas eluden referirse a lo aprobado por el PSOE federal, y se limitan a insistir en la vigencia de la Declaración de Granada, adoptada por el Consejo Territorial del PSOE en 2013, donde se defiende un “modelo federal cooperativo”.
Fuentes cercanas a la presidenta de la Junta remarcan que la visión de los socialistas andaluces está recogida en ese documento, “sin necesidad de acudir a otros experimentos o a protagonizar absurdas búsquedas de otros caminos que no llevan a ninguna parte”. Destacan que “la revisión del actual modelo territorial no pasa por destruir lo que se ha construido durante tantos años, sino reforzarlo avanzando hacia ese modelo federal”.
Sobre la base de ese documento de Granada se podrá acometer una reforma de la Constitución “que no es una respuesta al actual desafío soberanista” en Catalunya, sino “un paso imprescindible, retardado en el tiempo, para la evolución de nuestra articulación como Estado”, señala la ponencia. “En el debate actual de reformulación del modelo territorial del Estado, el PSOE-A tiene meridianamente claro que el modelo futuro debe seguir siendo un modelo territorial que garantice la igualdad de los territorios”.
Los andaluces recuerdan que fueron ellos los que lideraron dentro del partido “la reflexión política sobre las soluciones a la cuestión territorial marcada por los sentimientos identitarios y un imperfecto modelo de financiación autonómica”, y reivindican que deben seguir siendo ellos quienes representen un “legítimo” papel como árbitros frente a los nacionalistas.
“El modelo futuro debe seguir siendo un modelo territorial que garantice la igualdad”, sostiene la ponencia