Acrobacia ancestral
El Groupe Acrobatique de Tánger lleva las torres y pirámides de ‘Halka’ al Teatre Grec
La compañía nació de la pasión de una mujer, su actual directora, Sanae El Kamouni, que desde su infancia se habituó a ver que los niños de Tánger hacían acrobacias en las playas, las plazas públicas o durante las festividades. La acrobacia marroquí tiene de hecho una historia ancestral, inspirada en las enseñanzas del sabio sufí del siglo XV Sidi Ahmed Ou Moussa. Y un día, viendo circo contemporáneo en Francia, El Kamouni vio sus conexiones con la acrobacia marroquí e invitó al escenógrafo y coreógrafo francés Aurélien Bory a realizar un taller con acróbatas tradicionales marroquíes, diez hombres y dos mujeres. En el 2004 juntos creaban el espectáculo Taoub, que fue de gira durante seis años por 20 países. Nacía el Groupe Acrobatique de Tánger, que ya entonces aterrizó en el festival Grec de Barcelona, donde hoy y mañana regresan con su nueva creación, Halka.
Al anfiteatro griego de Montjuïc llevarán sus vertiginosas torres humanas nacidas de la necesidad militar –en otro tiempo sirvieron para espiar al enemigo, explican– y unas acrobacias espectaculares mientras actúan siempre en círculo: Halka alude a un divertimento oral que se hacía en las plazas públicas con los narradores de historias, cantantes populares y músicos rodeados por el círculo del público. En este caso serán 12 acróbatas y dos músicos que expresarán las contradicciones entre lo sagrado y lo profano y examinarán el papel de la mujer en la sociedad marroquí en un espectáculo con humor y mucha energía en el que la banda sonora es poesía declamada, gritos, cantos y percusión.