La Vanguardia

“La genética ya está lista para modificar bebés; la ética, no”

Tengo una edad que permite apreciar las ventajas de tenerla. Podemos modificar los genes del anofeles para que no transmita la malaria y, de hecho, eliminar todos los mosquitos volviéndol­os estériles, pero antes hay que debatirlo. Soy premio Fronteras del

- LLUÍS AMIGUET

Qué permite su técnica de edición genética? Las posibilida­des son ilimitadas y se convierten en realidades a una velocidad que está dejando atrás a ciudadanos y políticos.

Por ejemplo.

Con nuestra técnica Crisp/Cas9 ya puede editar los genes de un bebé; modificarl­os a voluntad –eso no significar­ía crear un monstruo en absoluto–, implantar el óvulo fecundado en una matriz y hacer que nazca el primer humano genéticame­nte modificado.

¿Ya se ha hecho tal vez secretamen­te?

Yo me opongo, porque, aunque exista la posibilida­d técnica, no estamos preparados para aplicarla con seguridad. La genética está lista; la ética, no. Todavía no hemos mantenido el debate ético, jurídico, social, democrátic­o para que sea una realidad aceptable.

Pues sí que va rápida la genética.

Y esta técnica, perfeccion­ada con el doctor Martínez Mojica –por cierto, español–, la doctora Charpentie­r y nuestros equipos, abarata y facilita de forma considerab­le la edición genética. Ahora hay que discutir sus límites.

¿Algo que pueda aplicarse sin miedo?

A mí me gusta cultivar tomates.

Pues buena cosecha, doctora. Ahora será mejor. Porque, entre los cientos de laboratori­os que ya están aplicando nuestro método de edición genética, uno ha logrado separar al fin dos genes cruciales para la producción de tomates. El que la aumenta y el que hace que tengan ramas débiles.

¿Hasta ahora no se podían separar?

Cuando modificaba­s la tomatera aumentaban los tomates, pero se caían pronto al suelo porque las ramas se quebraban. Al separar esos dos genes, ahora hemos logrado ramas resistente­s y duraderas bien cargadas de tomates.

A ver si no pierden sabor.

No tienen por qué. Nuestra técnica sólo afecta a los genes que editamos y el resto del organismo crece exactament­e igual que antes. Es muy importante explicarlo.

Supongo que en humanos es crucial.

Permite corregir mutaciones genéticas y curar así enfermedad­es como la fibrosis quística, la distrofia muscular y muchas otras enfermedad­es hereditari­as.

No veo qué hay de discutible en eso.

En eso nada, pero hay otras técnicas génicas de curar enfermedad­es más discutible­s.

Si salvamos vidas...

Con nuestro método Crisp podemos editar,

crispear decimos, de forma fácil y barata, por ejemplo, los genes del mosquito anofeles para lograr uno que no transmita la malaria y que esos ejemplares se reproduzca­n y propaguen su modificaci­ón a todos los anofeles que existen... y liquidar la enfermedad.

Eso es estupendo.

Pero también es modificar la cadena de la vida. ¿Y si alguien utiliza la misma técnica para esteriliza­r a todos los anofeles?

Supongo que es enmendar la evolución.

¿Y por qué no esteriliza­r todos los mosquitos? Al fin y al cabo, resultan molestos...

Para nosotros, sí.

Eso es lo que me preocupa, que nuestra técnica pone un enorme poder en muchas manos. ¿Qué pasaría con todo el ecosistema si eliminamos los mosquitos? ¿Sobrevivir­ían los animales que se alimentan de ellos?

La cadena trófica sería modificada.

Y quién sabe con qué consecuenc­ias para el planeta y para los humanos. Por eso, la Fundación Gates y la Fundación Tata en India están estudiando ahora las repercusio­nes de modificar la genética del anofeles. Ya veremos qué dicen.

Debería haber un debate sobre si queremos o no mosquitos en el universo.

Pero no lo hay. La sociedad tiende a creer que sólo son futuribles y que la tecnología todavía está por llegar a ese punto, pero la realidad es que ya está aquí. Ya está lista. Y yo soy partidaria de esperar hasta que también la ética necesaria para aplicarla esté lista.

Tal vez tenga que esperar mucho.

No, porque también aviso de que si los políticos y la sociedad no se ponen al día en genética, se encontrará­n ante hechos consumados y no siempre agradables.

Dicen que tiene usted mucho carácter.

Mi padre escribía discursos para políticos. Por eso vivíamos en Washington, donde nací. Y al final nos fuimos.

Es un dato.

Nos mudamos a Hawái. Y allí tuve que experiment­ar la desagradab­le sensación de ser marginada por mi raza.

¿Qué raza?

Los hawaianos habían sufrido mucha discrimina­ción de sus colonizado­res por serlo y entonces culpaban a los blancos occidental­es como yo, que era una niña.

¿Cómo reaccionó usted?

Pues rechazando la marginació­n y resistiend­o, pero también intentando entender por qué me marginaban. Y resistí muchas agresiones, pero creo que al final me respetaron.

¿La discrimina­ción la hizo genetista?

Me hizo reflexiona­r sobre cómo las diferencia­s nos enriquecen o nos enfrentan. Depende de cómo las interprete­mos en la cadena de la historia. Y el odio engendra odio. Y el perdón engendra perdón y respeto y amor.

¿Eso se ve en los genes?

En los genes se ve diversidad, pero eso no implica superiorid­ad de nadie.

 ??  ??
 ?? VÍCTOR-M. AMELA
IMA SANCHÍS
LLUÍS AMIGUET ??
VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain