La calle Pere IV gana aceras para atraer a los vecinos
La reurbanización de la vía, tras una inversión de siete millones, da prioridad a los peatones y reduce el espacio de los coches a un solo carril
La transformación vivida en el conjunto del Poblenou en los últimos años había pasado de puntillas por Pere IV. Una de las principales vías del barrio otrora industrial se fue degradando, con cada vez menos actividad comercial y sin despertar el interés de los vecinos, que sólo veían en esta calle un lugar gris.
La reconversión de medio kilómetro de Pere IV, entre las calles Roc Boronat y Bilbao, ha supuesto un cambio radical. Los cuatro carriles de circulación –dos en cada sentido– se han reducido a solo uno en sentido Besòs. El resto del espacio que antes ocupaba el coche ahora lo han conquistado las bicicletas, que cuentan con un carril bidireccional, y sobre todo los peatones.
La inversión total de algo más de siete millones de euros ha dado como resultado unas aceras con el doble de espacio, 5,45 metros a lado y lado, y con las motos bajadas a la calzada. De esta manera, busca convertirse lo que era un terreno de paso en un lugar más agradable que invite al paseo y a estar en la calle.
El reto no es sólo urbanístico, también social. “El objetivo es poner en el centro a las personas y coser el barrio”, enfatizó la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, durante una visita a los trabajos ya finalizados. La reforma de la calle busca, al fin y al cabo, dinamizar el entorno en el aspecto cívico, cultural y económico. Hay locales vacíos que esperan una nueva oportunidad siguiendo la estela de otros que ya lo han conseguido mientras se ejecutaban las obras, como la nueva sala Beckett, instalada en el edificio municipal de la antigua cooperativa Pau i Justícia.
Unas manzanas más allá, en el antiguo almacén de Can Picó, se ha instalado la cooperativa Biciclot. El histórico edificio industrial se está arreglando para convertirse en un espacio de formación y un taller mecánico de bicicletas. Todos estos detalles se podrán consultar en unos paneles instalados a lo largo de la calle con información histórica sobre el patrimonio industrial.
Esta vez sí, las obras han cumplido el calendario, aunque no han estado exentas de contratiempos. La plantación de 84 tilos aún no se ha podido completar. La mayoría de estos árboles de floración amarilla o blanca aromática van a ras de suelo –esos sí que están plantados– pero hay un tramo cercano a la calle Llacuna en el que los árboles crecerán a cierta altura. Por debajo, a muy poca profundidad, transcurre un colector con el que toparon cuando la reforma ya estaba prácticamente finalizada. La solución adoptada son unos alcorques elevados sobre la acera.
Lo mismo ha pasado con los contenedores. La idea era instalar buzones soterrados en todo el tramo reformado pero en el mismo punto los contenedores van en superficie ya que era imposible ponerlos bajo tierra si no se volvía a abrir y se desviaba el colector. La opción se consideró, pero se acabó desestimando por el alto coste y el retraso que supondría una actuación de este tipo en unos terrenos donde el agua freática campa a sus anchas.
La remodelación del eje central de Pere IV se complementará de manera inmediata con unas obras que han empezado este mismo mes de julio en el tramo final de la calle Almogàvers, en el punto que conectan ambas vías. La inversión municipal en la transformación de esta zona en un espacio con prioridad para los peatones es de poco más de un millón de euros.
La continuación importante se espera que llegue el año que viene. Una inversión de 12 millones de euros se destinará al otro lado de la Diagonal, donde Pere IV sigue tras cruzar el parque del Centro del Poblenou. El gobierno municipal está trabajando en la redacción del proyecto ejecutivo de la reforma en el tramo entre la calle Selva de Mar y la rambla Prim, en el Besòs. El objetivo del gobierno municipal es iniciar las obras a principios del 2018 y finalizarlas antes de acabar el mandato, en la primavera de 2019. La estética será similar, aunque mientras el tramo del Poblenou se ha hecho simétrico, el otro lado de la Diagonal tendrá mayor amplitud en el lado montaña para aprovechar más la luz solar.
El año que viene continuarán las obras con la misma estética en el tramo que llega hasta la rambla Prim