El Thyssen, en el 2020
El acuerdo, por 20 años, incluye 400 obras en un edificio de nueva planta
El Ayuntamiento de Sant Feliu de Guíxols y la baronesa Thyssen han pactado la apertura de un museo en la localidad que albergará una exposición de 400 obras de pintores catalanes de los siglos XIX y XX, de las cuales 130 pasarán a formar parte de la colección permanente.
El Ayuntamiento de Sant Feliu de Guíxols y Carmen Cervera cerraron ayer un acuerdo para abrir en el 2020 un Museo Thyssen que albergará 400 obras de arte de autores catalanes de los siglos XIX y XX, de los que 130 formarán la colección permanente. La baronesa cederá gratuitamente el fondo pictórico durante 20 años entre las que se incluyen “verdaderas joyas” como La Catedral dels pobres de Joaquim Mir, Interior a l’aire lliure de Ramon Casas o Port de Barcelona d’Eliseu Meifrén. Otros nombres como Ramon Martí Alsina o Santiago Rusiñol completan la colección.
La baronesa descarta definitivamente la opción de levantar un museo Thyssen en Barcelona. “Será en Sant Feliu de Guíxols”, recalcó Cervera que está estrechamente ligada a la población de la Costa Brava. La inversión prevista es de 6 millones de euros y, según detalló el alcalde, Carles Motas, levantarán un edificio de nueva construcción que enlazará con la primera planta del monasterio. Ahora se redactará el proyecto ejecutivo para situar el museo en el monasterio de la ciudad.
La colección permanente tendrá 130 cuadros y habrá exposiciones temporales con unas 40 obras. “Vamos a abrir un museo maravilloso. Haremos exposiciones conjuntas con el Museo Thyssen de Málaga y el Museo Thyssen de Madrid”, dijo la baronesa.
Carmen Cervera hizo el citado anuncio durante la presentación de una exposición en el Espai Thyssen, Un mundo ideal. De Van Gogh a Gauguin y Vasarely. Colección Carmen Thyssen, comisariada por Pilar Giró, que reúne 45 obras de 37 artistas, de las cuales 14 se exponen por primera vez tras su llegada a la colección.
La exposición permanente propone explorar la percepción del paisaje y pone de relieve la humanización de un arte que busca belleza, no sólo de composición, sino también en el alma de la naturaleza que rodea al ser humano. El recorrido presenta tres formas de mirar, observar e interpretar el mundo: la objetividad del naturalismo, el estudio lumínico de los impresionistas y la experimentación de un nuevo orden desde el arte de vanguardia.
Más allá de la simple contemplación de cuadros, invita al espectador a descubrir la diferencia entre realidades habitadas y realidades deseadas a través del diálogo que se establece entre las obras de 31 artistas diferentes que plasman las variadas maneras de ver el mundo a lo largo de la historia del arte. Esta sexta muestra temporal está formada por 45 obras y según explicó la comisaria de la muestra, Pilar Giró, catorce de las pinturas se exponen por primera vez al público desde que forman parte de la colección de la baronesa.
Algunas de las más destacadas son Molí d’aigua a Gennep de Van Gogh, Foguera al costat d’una ria de Gauguin y Feny de Vasarely. De hecho, la obra primeriza de Van Gogh es el epicentro del período del naturalismo, corriente surgida finales del siglo XIX, donde los artistas buscan reflejar fielmente la realidad. La baronesa destacó que para conseguir más realismo, el pintor neerlandés pintaba al aire libre con la intención de conseguir transmitir con más fidelidad “la sensación de frío”.
Van Gogh dialoga con Modest Urgell a través de su obra Paisatge, donde en esta y otras creaciones el pintor catalán trasladó una representación fidedigna de la Catalunya que encontró en sus viajes por el territorio. Según la comisaria, el itinerario crea un relato expositivo que busca jugar con la complejidad de la mirada del espectador. En un entorno mediterráneo, destacan las escenas marinas de Martí Alsina Meifrén y Matilla. Completa este apartado el pintor modernista Santiago Rusiñol con La creu de terme.
El segundo nivel expositivo tiene como epicentro Foguera al costat d’una ria de Gauguin. El artista dibuja la morfología del paisaje y de los personajes. También puede verse Meandre en el riu Loing de Sisley o L’hort a Éragny de Pissarro. La presencia humana toma el protagonismo sobre el paisaje, que pasa a ser el telón de fondo para el desarrollo del disfrute y la comunión del ser con la naturaleza. Finalmente, artistas como Sunyer, Girona, Planellas y Vasarely con Feny ,a,el paisaje como algo intangible.
L’Espai Thyssen abre una exposición en la que Van Gogh o Gauguin dialogan con artistas catalanes