Una reunión incómoda
La Comisión Europea sugiere que Puigdemont no quiere verse con Juncker para no oír sus opiniones sobre el proceso
El encuentro del president de la Generalitat con el de la Comisión Europea no se ha llevado a cabo, ni se espera.
Cuando quiera una entrevista con el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, “la pediré y la tendré”, aseguró el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, el 4 de mayo del 2016 en Barcelona. Acababa de volver de un viaje a Bruselas en el que se tanteó a Juncker y al presidente del Parlamento Europeo, entonces el socialista alemán Martin Schulz, para un posible encuentro y ambos alegaron motivos de agenda para no verse con él. Ha pasado más de un año. Juncker se ha entrevistado con los presidentes de Euskadi y la Comunidad Valenciana, pero la cita con Puigdemont no se ha producido.
Desde el ejecutivo comunitario, aseguran ahora que están dispuestos a recibir al president catalán. “Después de haberse reunido con Íñigo Urkullu y Ximo Puig, Juncker no diría que no. Otra cosa es que lo que saliera de la reunión no gustara a la otra parte”, aseguran fuentes comunitarias. “No han llegado a plantearlo por las señales recibidas. Tendrían que asumir que el mensaje que saldría de la reunión no es el que ellos querrían”, añaden.
Si no ha habido contactos hasta ahora “no es porque no se hayan buscado”, asegura el delegado de la Generalitat en Bruselas, Amadeu Altajaf, pero la Comisión “siempre ha dicho que era un asunto interno y no deseaba hacer comentarios”. “Si hay un cambio en su disposición, estaremos encantados de hablar con ellos. Nuestra voluntad es comunicar al máximo, por eso se han hecho actos públicos en Bruselas y otras capitales”, añade Altafaj, que ironiza sobre la “variedad de fuentes informativas” de Juncker sobre la situación política en Catalunya, aunque en su día afirmara estar informado del tema “al minuto”.
Que las puertas de las instituciones comunitarias sean infranqueables para el Govern, no significa que lo sean para otros políticos catalanes. El último en mantener reuniones con comisarios europeos ha sido el segundo teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni (PSC), que esta semana se ha reunido con los comisarios Corina Cretu (Política Regional) y Pierre Moscovici (Asuntos Económicos), ambos socialistas. En junio, fue el primer secretario del PSC, Miquel Iceta
López (PSC): “Hemos dejado la liga de las regiones para intentar jugar en la Champions y al final no se hace nada”
quien acudió a Berlaymont, para entrevistarse con el vicepresidente, Frans Timmermans.
“Hemos pasado de pensar qué hacer en Europa a qué somos en Europa. Antes éramos influyentes a través de la Eurorregión, los Cuatro Motores, la presidencia del Comité de Regiones o de iniciativas con el Estado o del ayuntamiento. Hemos salido de esa liga para intentar jugar en la Champions League de los Estados sin poder entrar y al final no hacemos ni una cosa ni la otra. Es una lástima ver esta Catalunya introspectiva viniendo del liderazgo que teníamos en proyectos europeos”, reflexiona el eurodiputado Javi López (PSC), que gestionó las reuniones de Iceta y Collboni.
Fuentes de la diplomacia catalana afirman que ahora mismo no hay planes de pedir cita para un encuentro entre Puigdemont y Juncker. “Estamos organizando una referéndum”, alegan. Verse con el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, estrecho aliado del PP y Mariano Rajoy en Europa, está “absolutamente descartado”. añaden. Tajani se muestra abierto a una reunión pero con cautela. “Yo hablo con todos pero estoy en contra de reuniones para hacer propaganda sobre cuestiones internas. Si es para hablar de fondos estructurales, de puertos, agricultura o industria no tengo problema. Pero si es para hablar de un hipotético referéndum no”, afirma Tajani. Una reunión en estos momentos “podría instrumentalizarse fácilmente”.