La mejor Ona se cuelga otra plata
La catalana mantiene a la sincro española en la élite y el miércoles luchará por igualar los podios de Mengual
Ona Carbonell ha vuelto a superarse. Una vez más. La catalana firmó ayer en Budapest uno de los mejores ejercicios técnicos de su carrera para colgarse otra plata en solo, revalidando la que conquistó hace dos años en Kazán. Fue el mejor puntuado en su ya dilatado historial, según el nuevo sistema de puntuación que la condenó junto a Gemma Mengual en los Juegos de Río. Aunque más allá de las cifras, Ona nunca había estado tan cerca de una solista rusa y nunca había conseguido superar a ninguna de ellas en alguno de los apartados de la competición. El viernes, en las preliminares, consiguió hacerlo en impresión artística y ayer llegó incluso a amenazar a Svetlana Kolesnichenko al lanzarse justo antes que ella a la piscina para salir con un 93.6534 que se acercaba a los 94 puntos escasos que había logrado la rusa en la víspera.
La ocasión, además, era propicia. Kolesnichenko debutaba como solista a causa del embarazo de su compañera de dúo, Svetlana Romashina, y de la renuncia de Natalia Ischenko, dos leyendas de este deporte a quien siempre ha acompañado en un papel secundario. Pero la rusa tiró de oficio y también consiguió su mejor puntuación –95.2036– para colgarse su primer oro en solitario. Por detrás, y esta vez sin representar ninguna amenaza, la ucraniana Anna Voloshyna completó el podio tras un duro mano a mano con la japonesa Yukiko Inui que se decidió por apenas dos décimas. Como viene siendo habitual, China, otro de los equipos siempre aspirantes al podio, no presentó solista en esta primera cita internacional posterior a unos Juegos.
“Estoy muy contenta por la puntuación y porque nunca había superado a una rival de esta talla en impresión artística –declaró una Ona Carbonell eufórica tras la ceremonia del podio–. Es la vez que más cerca me he quedado del oro y en la final he mejorado mucho. Saber que puedo luchar y estar tan cerca del oro es una gran sensación. En el último Mundial fui a luchar por la plata y en éste he podido luchar por fin por el oro. Aunque lo que más me satisface de esta medalla es haber subido al podio en los seis mundiales que he disputado”.
Ona se colgó su 19.ª medalla mundialista y ahora tiene otras tres a tiro. La más difícil será la del dúo técnico de hoy junto a Paula Ramírez (a partir de las 11 h), ya que en las preliminares del viernes quedaron quintas por detrás de Rusia, China, Ucrania y Japón. Después llegará la preliminar del solo libre del lunes, que marcará
MÁS CERCA QUE NUNCA “Hace dos años, en Kazán, fui a luchar por la plata y esta vez he estado luchando por el oro”
LA DÉCIMA NOVENA “Lo que más me satisface de esta medalla es haber podido subir al podio en mis seis mundiales”
sus opciones en la final del miércoles. Y la preliminar del dúo libre del martes, que marcará también el camino para la final del jueves. Como ya hizo hace dos años en Kazán, Ona Carbonell no participará en los ejercicios de equipo ni en el combo.
Si vuelve a subirse al podio, como salvo sorpresa lo hará en el solo libre, la solista igualará las 20 medallas conseguidas en citas mundialistas por Gemma Mengual, por más que en Barcelona 2003 y en Montreal 2005 los podios no estaban desdoblados en ejercicios técnicos y libres, como ahora. Aunque más allá de las medallas, a Ona y a Gemma las une esa capacidad de liderazgo que han sabido ejercer al frente de la sincro española y por la lucha en solitario que han tenido que mantener ambas.
Mengual en sus inicios y Carbonell ahora, cuando el equipo que presenta España en este Mundial –muchas chicas en edad júnior y debutantes con la selección absoluta– no tiene ninguna posibilidad de alcanzar el podio. A sus 27 años, y como hizo su última pareja olímpica, la solista española tiene su reto deportivo más difícil en liderar a la renovación por la que ha apostado la Federación Española.