La oposición lamenta el perfil político del jefe de los Mossos
El responsable de emergencias de Catalunya también dimite
La designación de Pere Soler como director general de los Mossos no ha gustado a nadie, o casi nadie, salvo al propio Ejecutivo de Puigdemont. Los grupos de la oposición consideran que la elección es un error. Ayer Soler –muy activo hasta ahora en la red social Twitter– se limitó a enviar un mensaje en el que tras agradecer el nombramiento que todavía no se ha formalizado en el Diari Oficial aseguraba que “a los que juzgáis sin conocer, honrado también de estar a vuestro servicio”.
Precisamente sus intervenciones en esta misma red social han sido objeto de controversia después de que algunos usuarios se dedicaran a divulgar mensajes de su cuenta escritos tras saberse que será jefe de la policía catalana en sustitución de Albert Batlle. En unos de estos mensajes aseguraba “sentir pena por todos los españoles” o afirmaba que haría “butifarra” a los fiscales, precisamente uno de los cuerpos judiciales con los que ahora deberá colaborar desde su nueva responsabilidad.
Uno de sus antiguos comentarios en la red sirvió en bandeja al PSC un argumento para oponerse a su nombramiento. El portavoz socialista en el Parlament, Ferran Pedret sostuvo que “una persona que niega la catalanidad del PSC o los comunes no puede estar en el Govern”.
Para todos los partidos el sesgo ideológico de Soler es el principal obstáculo para acreditar su nombramiento. El grupo parlamentario de Ciudadanos pidió ayer la comparecencia del nuevo jefe de los Mossos para que dé explicaciones sobre sus controvertidos mensajes en las redes. Carlos Carrizosa, el portavoz del partido calificó a Soler de “sectario”.
Un análisis parecido hizo el portavoz de Catalunya Sí que es Pot, Joan Coscubiela cuando aseguró que Pere Soler tenía una “ideología xenófoba”. Por esa razón consideró el nombramiento “una irresponsabilidad” por parte de Puigdemont.
Para Coscubiela lo que es evidente es que el president Puigdemont ha elegido a sus consellers y al jefe de los Mossos por su lealtad y no por su competencia.
El portavoz del PP, Alejandro Fernández, consideró que el nuevo jefe de los Mossos es fruto de una mezcla de “hispanofóbia, supremacismo y machismo”. Fernández lamentó el carácter suicida que en su opinión tiene el actual Gobierno catalán.
Por último los sindicados de la Guardia Civil y la Policía secundaron ayer los planteamientos de sus colegas sindicalistas de los Mossos y reclamaron que la labor de la policía catalana se desarrolle “sin injerencias políticas”. El comunicado lamenta la destitución de Batlle que interpretan como un síntoma de la deriva ideológica de la dirección de los Mossos.
El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, lamentó también la dimisión de Batlle y que (en Catalunya) “cualquier persona que respete la ley y quiera cumplir con su trabajo está siendo obligado a dimitir”.
Por otra parte, tras la dimisión del conseller Jordi Jané y de Batlle también ha renunciado el director del servicio de emergencias de la Generalitat, Frederic Adan, según adelantó el Diari de
Tarragona. El jefe de emergencias se reunió la noche del lunes con el nuevo conseller, Joaquim Forn, y le comunicó la decisión de abandonar su cargo por razones personales y profesionales.
Adan aseguró que con la llegada del nuevo conseller era razonable dejar paso a una persona de mayor confianza.
El nuevo director general de la policía catalana deplora que se le juzgue sin conocerle