El Consell Escolar no logra el consenso sobre el debate de la educación
El Consell Escolar de Catalunya aprobó el lunes, con los votos en contra de sindicatos y familias, el documento que recoge las conclusiones sobre el futuro de la educación en Catalunya, tras un proceso participativo que fue encargado hace un año por la exconsellera de Ensenyament, Meritxell Ruiz. La idea del encargo del debate Ara és
demà era obtener el máximo consenso posible entre profesores, administración, movimientos de renovación pedagógica, sindicatos y familias sobre la educación, de forma que la normativa futura se planteara con unos mínimos acordados.
Sin embargo, el documento ha sido aprobado sin el consenso general al que aspiraba en una votación secreta que ha contado con 28 votos a favor, 9 en contra y 5 abstenciones. Las organizaciones sindicales y los representantes de las asociaciones de padres y madres han expresado su rechazo frontal al documento ya no sólo por el contenido sino también por la forma en la que se ha realizado el proceso de participación.
“Es un paripé”, coincidieron en señalar tanto en Ustec-Stes como en CC.OO. “Un debate etéreo al que auguramos poco futuro”, señaló Àlex Castillo, de la Federació d’Associacions de Mares i Pares (Fapac). “Esperemos que vaya a un cajón que no se abra nunca más”, sentenció Ramon Font, portavoz de Ustec-Stes. El documento obedece a su juicio a “intereses políticos” y no aborda la “problemática
real del sistema escolar en Catalunya”.
Los sindicatos y las familias consideran que las conclusiones no recogen, y en muchos casos ni se ha debatido, el modelo público de escuela, con la eliminación de los conciertos económicos que, en opinión de los sindicatos, generan una “doble red” que crea segregación entre los alumnos. También critican que no se haya discutido sobre la autonomía de centros basada, según su criterio, en la elección de un director con potestad para determinar el proyecto educativo y elegir a los maestros. Asimismo, el documento no recoge su posicionamiento sobre la educación de pequeña infancia (de 0 a 3 años) ni la universitaria. “Ni tampoco sobre los comedores escolares”, según Castillo, cuyo decreto estaba a punto de aprobarse este mes de julio pero que se ha aplazado al próximo curso después de los cambios en la conselleria.
Las cinco ponencias en las que se basa Ara és demà –con temas como el sistema, los centros, el alumnado y los profesores– se han debatido en la comunidad con mesas de trabajo y han recibido unas 900 en- miendas del sector a lo largo del pasado curso, recogidas en el documento final. “Pero no se ha producido una participación activa real y en algunos consejos comarcales no se ha debatido en absoluto”, dijo Font. Entre otros aspectos, el documento propone la escolarización universal de los 2 a los 18 años y la reforma de la formación inicial (5 años y 2 de residencia), que a juicio de UGT es “desproporcionada” y no está dotada con recursos económicos adecuados. “No hay previsión de mejoras laborales, reconocimiento ni dotación económica para la formación” del profesorado, señaló un comunicado de UGT. El Consell entregará el documento, de carácter no vinculante, a la consellera Clara Ponsatí en el mes de septiembre.
La entidad aprueba el documento sobre el futuro de la enseñanza con la oposición de familias y sindicatos