Rihanna, empeñada en ser actriz
La artista tiene una aparición en el nuevo filme de Besson y ha terminado el rodaje de ‘Ocean’s eight’
A Rihanna no le basta con ser una superestrella de la música y crear –contribuir a crear seguro que es más exacto– productos de maquillaje para MAC, joyas para Chopard, sneakers (vamos, las zapatillas de toda la vida) para Puma o zapatos para Manolo Blahnik (está claro que, de conocerlo, lo de “zapatero a tus zapatos” le entra por un oído y le sale por el otro).
No, Rihanna también quiere ser actriz. Está empeñada en ello. De hecho ya comenzó a intentarlo años atrás, cuando logró su primer papel en una película en la superproducción de acción militarista y fantasía
Battleship, que se estrenó a mediados del 2012. Pero la crítica le atizó a ella (y eso que apenas hablaba) y a la película hasta en el carnet de identidad, como suele decirse, y terminó ganando el premio Razzie a la peor actriz de reparto.
Al año siguiente tuvo un cameo, haciendo de una versión ficticia de ella misma, en Juerga hasta el final, desmadrada comedia de Evan Goldberg y Seth Rogen, y en el 2014 consiguió que sus amigos Jay-Z (que la lanzó a la fama con su discográfica a los 17 años) y Will Smith, productores de la película, le dieran un papelito en la nueva versión de
Annie. En el 2015 participó en el filme de animación Home. Hogar dulce hogar poniendo voz a uno de los personajes protagonistas y produciendo su banda sonora.
Y así llegamos al año actual, en el que Riri ha apretado el acelerador en su intento de lograr algún día conquistar Hollywood. En febrero se estrenó la quinta y última temporada de Bates Motel, serie-precuela de Psicosis, donde participó en dos capítulos encarnando el breve pero suculento papel de Marion Crane
–el personaje de Janet Leigh en el filme de Hitchcok–, aunque en una versión muy diferente al original y sin ser asesinada en la ducha, y esta misma semana se estrena en Estados Unidos y en varios países europeos (a España llegará el 4 de agosto) Valerian y la ciudad de los mil planetas, el nuevo filme de Luc Besson y la producción francesa más cara de la historia –cerca de 200 millones de presupuesto–, donde de nuevo tiene una intervención breve pero suculenta en la que ha volcado todo su potencial erótico .
En concreto, la diva barbadense encarna a una bailarina de musichall que se marca un número que sin duda es un claro homenaje a la Liza Minnelli de Cabaret, con un liguero, un peinado corto y un sombrero hongo muy similares a los que la hija de Vincente Minnelli y Judy Garland lucía en aquella célebre película y en el que no falta tampoco el gesto de sentarse en una silla a horcajadas. Bubble (burbuja), que así
En ‘Valerian y la ciudad de los mil planetas’ homenajea a la Liza Minnelli de ‘Cabaret’ en un sensual número
se llama su personaje, es una alienígena que, por lo que se ha visto en el tráiler de la película, tiene la capacidad de transformar su peinado y su vestido en un abrir y cerrar de ojos, y así, mientras baja del escenario para hablar con el personaje encarnado por el joven Dane DeHaan –el protagonista del filme junto a la modelo y actriz Cara Delevingne–, su pelo crece y se convierte en rubio y su vestido negro pasa a ser un modelo plateado.
Con todo, lo más importante que ha hecho Rihanna este año ha sido participar en el rodaje de Ocean’s eight, que concluyó en junio, ya que en esta versión sólo de mujeres de la comedia de acción y robos Oceans eleven sí que tiene un papel de cierto relieve al lado de destacadas actrices como Sandra Bullock, Cate Blanchett, Helena Bonham Carter y Anne Hathaway. Pero para saber si ha estado a la altura y se le abrirán al fin las puertas de Hollywood habrá que esperar a junio del próximo año, fecha del estreno del filme.