“Barcelona ha de ser un ejemplo”
“La prensa extranjera ha captado que en Barcelona, además del espectáculo, también es importante el escenario. La ciudad. Hay un modelo Barcelona, no una ciudad modelo, sino un modelo de ciudad”. Pasqual Maragall, el alcalde de Barcelona, vivía los días previos a la inauguración con los nervios lógicos, pero también con la satisfacción de un trabajo excelente que ya se había realizado. A falta de tan sólo seis días le preocupaba la lluvia, después de un inicio de verano poco habitual en la capital catalana. “La lluvia desluciría la inauguración”, afirmó Maragall, consciente de “estar en la cresta de la ola, en el momento más crítico. Son unos días muy emocionantes que vivo con un punto de satisfacción que no puedo exagerar”. En la entrevista publicada en La
Vanguardia, el alcalde de los Juegos habló de temas que todavía se comentan hoy en día (“por supuesto que hemos de seguir pidiendo el Senado. No por el objeto en sí, sino por la idea que encierra”, una tesis que el catedrático Ramón Tamames comentaba en La Contra de anteayer) y también de sus relaciones con Jordi Pujol y la Generalitat. Por cierto, el anuncio de esta última publicado en la prensa extranjera no gustó a Maragall porque “parece que hay más interés en anunciar el gobierno de Catalunya que no lo que es Catalunya. Un país que hace demasiada publicidad de sí mismo no es simpático”.
Por otro lado, una encuesta desvelaba que el 77,7% de los catalanes estaba en contra de que se aprovechasen los Juegos Olímpicos como oportunidad para expresar cualquier tipo de reivindicaciones políticas. Un 65% de los encuestados opinaba que los símbolos culturales y políticos de Catalunya estaban suficientemente representados en el acontecimiento.