Ona Carbonell, la sirena de las 20 medallas en Mundiales
Ona Carbonell, segunda en solo libre, empata las 20 medallas mundialistas de Mengual
La hasta ahora reina absoluta de la sincronizada española, Gemma Mengual (40), ya tiene quien le mire de tú a tú. Ona Carbonell (27), su heredera, la igualó ayer con su vigésima medalla mundialista, la plata que se colgó en el solo libre en el Mundial de Budapest. La barcelonesa firmó una sensacional actuación (95,0333), mejorando en casi un punto la nota del ejercicio en el preliminar (94,1667 hace dos días), y repitió la plata del solo técnico. Con esta segunda medalla, Carbonell suma en 10 años 20 metales en Mundiales (1 oro, 9 platas, 10 bronces), el mismo número que Mengual logró en ocho (1 oro, 12 platas, 7 bronces).
“Ha sido muy emocionante porque me he quedado más cerca que nunca del oro. Pensaba que era posible, sabía que era muy difícil, pero me he quedado a sólo un puntito, nunca he estado tan cerca”, comentaba emocionada la barcelonesa, que pisó los talones a la rusa Svetlana Kolesnichenko (96,1333), mientras que el bronce lo logró la ucraniana Anna Voloshyna (93,3000). Con estas dos platas mejora el resultado del Mundial de Kazán 2015, cuando logró una plata y un bronce en las mismas pruebas individuales.
El salto cualitativo en este Mundial de Budapest ha sido notable: hasta ahora, Carbonell luchaba por asegurar la plata en el solo libre, pero desde Budapest mira hacia arriba, en busca del oro. “Ojalá pueda ganar a las rusas; llevo muchos años en esto y voy progresando. Esta vez, en este Mundial, he salido a ganar. En el Mundial pasado (Kazán 2015) la plata fue como un sueño hecho realidad, ahora iba a por el oro. ¿Por qué no puedo lograrlo en el próximo Mundial?”, se anima la barcelonesa, que se ve en su mejor momento, con 27 años y 10 de experiencia en mundiales.
Además, Carbonell está consiguiendo lo que tanto le costó a Mengual y al equipo español en la anterior época dorada de la sincronizada: empieza a ganarse el respeto de los jueces. De hecho, después del ejercicio, una coreografía del tema Padam, de Edith Piaf, versionada por la alemana Ute Lemper, “jueces muy importantes” le felicitaron por la ejecución. “Nos hemos emocionado mucho, Esther (Jaumà) y Virginie (Dedieu) –sus entrenadoras– han acabado llorando, porque había mucha presión y nunca había luchado por el oro”, comentaba la barcelonesa, que fue la última de las favoritas en saltar a la piscina de Budapest.
Carbonell evaluaba su participación en el Mundial 2017, que consideraba muy satisfactoriamente. “Marcharse con dos medallas de plata es algo muy grande”, sobre todo por “el nivel de las rivales en la sincronizada, las grandes nadadoras existentes y también por la situación que hemos pasado estos últimos años en España, viniendo de un quinto puesto en los Juegos de Río”.
Además, Ona lleva seis Mundiales seguidos colgándose alguna medalla (desde el de Melbourne 2017). “Sé lo que cuesta, son muchos Mundiales consecutivos, seis estando arriba, y cada año que pasa es más difícil mantenerse; es muy satisfactorio echar la vista atrás y ver todo lo que cuesta”,
10 AÑOS EN LA ÉLITE “Sé lo que cuesta, son muchos Mundiales consecutivos, seis estando arriba”, dice Carbonell
MÁS CERCA DEL ORO La barcelonesa se quedó esta vez a un punto del oro que se colgó la rusa Svetlana Kolesnichenko
comentaba Carbonell, que iguala a las más grandes, Gemma Mengual y las solistas rusas, sus grandes rivales por el oro.
“Claro que puedo conseguir la medalla de oro (lo logró ya en combinación libre –equipos– en Roma 2009). Estoy a un solo punto y tanto en el ejercicio técnico como en el libre he ganado a la rusa en algunos parámetros de la competición. Estoy muy agradecida a todo el equipo en un año que ha sido bastante complicado”, señalaba la catalana.
Su gran rival, la rusa Svetlana Kolesnichenko, de 23 años, sumó su tercer oro en Budapest. La autoridad de las solistas rusas es incontestable: desde el 2009 ganan todas las rutinas individuales. La última en desbancarlas fue, en el 2007, la francesa Virginie Dedieu, que desde hace 5 años trabaja con Ona Carbonell y Esther Jaumà preparando las coreografías.