Los residuos de plástico inundan el planeta
El 80% de todo el material producido desde 1950 ha ido a vertederos o a la naturaleza
Los humanos han fabricado 8.300 millones de toneladas de plástico desde que se inició la producción a gran escala de estos materiales sintéticos al inicio de la década de los años cincuenta del siglo pasado. La mayor parte de estos productos se encuentra ahora en vertederos o en el medio natural. Así lo indica un estudio publicado por la revista Science Advances elaborado por un equipo de científicos de la Universidad de Georgia, la Universidad de California en Santa Bárbara y la Asociación de Educación Marina de Woods Hole (EE.UU.). Es el primer análisis global de la producción, uso y destino de todos los plásticos fabricados hasta ahora.
Hasta el año 2015, un total de 6.300 millones de toneladas de plásticos ya se han convertido en residuos, en basura. Esto significa que, por cada persona que vive actualmente en el mundo, se ha tirado aproximadamente una tonelada de plástico. Del total de desechos, sólo el 9% fueron reciclados, un 12% se incineraron y el 79% se acumularon en vertederos (más o menos controlados) o fueron abandonados en espacios del medio natural.
La producción de plásticos ha ido en aumento: de dos millones de toneladas en el año 1950 se ha pasado a 400 millones de toneladas en el año 2015.
Los plásticos han pasado de representar sólo el 1% de los residuos sólidos municipales (en masa) en 1960 a más del 10% del total en el 2005 en los países con ingresos medios y altos.
Además, no hay síntomas de que este ritmo vaya a decrecer. Del total fabricado en los 65 años de estudio, la mitad se ha consumido los últimos 13 años.
Si continúa la tendencia actual de producción –y atendiendo a las proyecciones actuales–, se calcula que para el año 2050 un total 12.000 millones de toneladas de plásticos habrán sido desechadas en vertederos o el medio natural. Esto equivale unas 36.000 veces el peso del edificio Empire State de Nueva York; y, además, para esa fecha, un total de 9.000 millones de toneladas de residuos plásticos habrán sido recicladas y otros 12.000 millones serán incineradas.
El estudio analiza los principales grupos de plásticos: el polietileno de alta densidad (PE), el polipropileno (PP) y el policloruro de vinilo (PVC), así como el politereftalato de etileno (PET), resinas y poliestireno (PS).
La mayor parte de monómeros usados para producir plástico son derivados de los hidrocarburos, y ninguno de los plásticos más habitualmente utilizados son biodegradables. La luz solar debilita los materiales y provoca su fragmentación en partículas hasta alcanzar tamaños de milímetros o micras. Pero no desaparecen. El resultado es una acumulación de estas sustancias en vertederos, descampados y otros lugares de la naturaleza. Por todo ello, crece la preocupación sobre la contaminación permanente y cercana del medio natural que ocasionan. “La mayor parte de los plásticos no se biodegradan de manera significativa; por eso, los residuos plásticos que ha generado el hombre podrían acompañarnos durante cientos o incluso miles de años”, señala Jenna Jambeck, coautora del estudio y profesora de Ingeniería de la Universidad de Georgia. “Debemos reflexionar críticamente sobre los materiales que usamos y sobre nuestras prácticas de gestión de los residuos”, añade.
Este tipo de materiales de desecho ha sido encontrado en todas la grandes cuencas oceanográficas. El mismo equipo de investigadores capitaneó un estudio presentado en el año 2015 en Science en el que estimó que un total de ocho millones de toneladas de plásticos generadas en tierra han llegado a entrar en el medio marino hasta el año 2010.
“Hay personas que recuerdan un mundo sin plásticos”, dice Jambeck”. Pero “se han hecho tan ubicuos que no puedes ir a ninguna parte sin que los encuentres en el medio ambiente, incluso en nuestro océanos”, añade.
Los expertos ven inimaginable hoy en día la sustitución total de los plásticos del mercado y de la sociedad. “Los plásticos son indispensables, especialmente en productos diseñados para su durabilidad”, indica otra coautora, Kara Lavender, investigador de la Asociación para la Educación Marina de Woods Hole, en Massachusetts. Muchos de ellos son versáti-
les para ciertas aplicaciones (garantizan la durabilidad y resistencia a la degradación); pero las mismas propiedades los hacen inasumibles para la naturaleza.
“Los plásticos son un ejemplo paradigmático de un modelo económico que no tiene en cuenta el final de la vida útil de los productos”, dice Víctor Mitjans, jefe del servicio de Programas y Estudios del Àrea Metropolitana de Barcelona. El mercado de los plásticos ha estado creciendo a un ritmo de un 8,4% anual, “sin que su manejo como residuo esté resuelto; de resultas de ello, menos de un 20% de los que han sido producidos a lo largo de la historia de la humanidad se ha podido reciclar”, dice este experto.
De hecho, es el material ideado y fabricado por el hombre que experimenta un mayor crecimiento en casi todos los sectores. El principal mercado del plástico es el de los envases y embalajes, en que la mayoría de productos son usados una sola vez y luego desechados. Aproximadamente, el 42% de todos los plásticos que no son fibras han sido usados para envases y embalajes. “La mitad de todos los plásticos se convierte en residuos después de cuatro o menos años de uso”, recuerda Roland Geyer, primer autor del estudio.
“El abandono de los envases reutilizables es la principal causa que explica que la presencia de plásticos en los residuos municipales de los países ricos haya pasado del 1% en 1960 al 10% en 2005”, explica Rosa García, director de la Fundació Catalana per a la Prevenció de Residus i el Consum Responsable-Rezero. El ejemplo contrario es el acero usado en la construcción y convertido en símbolo de material duradero. Más del 70% del aluminio producido todavía se está utilizando.
El reciclado no siempre es fácil. “Para los plásticos macizos hay tecnologías de reciclaje, y mercados para los materiales reciclados, pero en el caso de las fibras de plásticos las soluciones son todavía muy escasas. Esto se pone de relieve también en productos como la ropa, que cada vez presenta más mezclas de fibras que hacen muy complejo y costoso el reciclaje”, añade Víctor Mitjans.
Antes de 1980, el reciclado de plástico y la incineración representaban porcentajes mínimos; pero desde esa fecha han ido en aumento (ya representan el 18% y el 24% respectivamente en el año 2014). Las tasas de reciclaje más altas en el 2014 se dieron en Europa (30%) y China (25%), mientras que en EE.UU. se ha mantenido estable en el 9% desde el 2012.
La desmaterialización, la reutilización, el reciclado, el aprovechamiento de la energía y el uso de tecnologías cuidadosas son algunas de las recetas que exige afrontar el aumento mundial de las producción de plástico. “Sin una bien diseñada estrategia de gestión para el ciclo de vida de los plásticos, los humanos se encaminan a un singular experimento incontrolado de escala global, en el que miles de millones de toneladas de material se acumularán en todos los ecosistemas terrestres y acuáticos del planeta”, dice Kara Lavender.