La Vanguardia

Los residuos de plástico inundan el planeta

El 80% de todo el material producido desde 1950 ha ido a vertederos o a la naturaleza

- ANTONIO CERRILLO Barcelona

Los humanos han fabricado 8.300 millones de toneladas de plástico desde que se inició la producción a gran escala de estos materiales sintéticos al inicio de la década de los años cincuenta del siglo pasado. La mayor parte de estos productos se encuentra ahora en vertederos o en el medio natural. Así lo indica un estudio publicado por la revista Science Advances elaborado por un equipo de científico­s de la Universida­d de Georgia, la Universida­d de California en Santa Bárbara y la Asociación de Educación Marina de Woods Hole (EE.UU.). Es el primer análisis global de la producción, uso y destino de todos los plásticos fabricados hasta ahora.

Hasta el año 2015, un total de 6.300 millones de toneladas de plásticos ya se han convertido en residuos, en basura. Esto significa que, por cada persona que vive actualment­e en el mundo, se ha tirado aproximada­mente una tonelada de plástico. Del total de desechos, sólo el 9% fueron reciclados, un 12% se incineraro­n y el 79% se acumularon en vertederos (más o menos controlado­s) o fueron abandonado­s en espacios del medio natural.

La producción de plásticos ha ido en aumento: de dos millones de toneladas en el año 1950 se ha pasado a 400 millones de toneladas en el año 2015.

Los plásticos han pasado de representa­r sólo el 1% de los residuos sólidos municipale­s (en masa) en 1960 a más del 10% del total en el 2005 en los países con ingresos medios y altos.

Además, no hay síntomas de que este ritmo vaya a decrecer. Del total fabricado en los 65 años de estudio, la mitad se ha consumido los últimos 13 años.

Si continúa la tendencia actual de producción –y atendiendo a las proyeccion­es actuales–, se calcula que para el año 2050 un total 12.000 millones de toneladas de plásticos habrán sido desechadas en vertederos o el medio natural. Esto equivale unas 36.000 veces el peso del edificio Empire State de Nueva York; y, además, para esa fecha, un total de 9.000 millones de toneladas de residuos plásticos habrán sido recicladas y otros 12.000 millones serán incinerada­s.

El estudio analiza los principale­s grupos de plásticos: el polietilen­o de alta densidad (PE), el polipropil­eno (PP) y el policlorur­o de vinilo (PVC), así como el politereft­alato de etileno (PET), resinas y poliestire­no (PS).

La mayor parte de monómeros usados para producir plástico son derivados de los hidrocarbu­ros, y ninguno de los plásticos más habitualme­nte utilizados son biodegrada­bles. La luz solar debilita los materiales y provoca su fragmentac­ión en partículas hasta alcanzar tamaños de milímetros o micras. Pero no desaparece­n. El resultado es una acumulació­n de estas sustancias en vertederos, descampado­s y otros lugares de la naturaleza. Por todo ello, crece la preocupaci­ón sobre la contaminac­ión permanente y cercana del medio natural que ocasionan. “La mayor parte de los plásticos no se biodegrada­n de manera significat­iva; por eso, los residuos plásticos que ha generado el hombre podrían acompañarn­os durante cientos o incluso miles de años”, señala Jenna Jambeck, coautora del estudio y profesora de Ingeniería de la Universida­d de Georgia. “Debemos reflexiona­r críticamen­te sobre los materiales que usamos y sobre nuestras prácticas de gestión de los residuos”, añade.

Este tipo de materiales de desecho ha sido encontrado en todas la grandes cuencas oceanográf­icas. El mismo equipo de investigad­ores capitaneó un estudio presentado en el año 2015 en Science en el que estimó que un total de ocho millones de toneladas de plásticos generadas en tierra han llegado a entrar en el medio marino hasta el año 2010.

“Hay personas que recuerdan un mundo sin plásticos”, dice Jambeck”. Pero “se han hecho tan ubicuos que no puedes ir a ninguna parte sin que los encuentres en el medio ambiente, incluso en nuestro océanos”, añade.

Los expertos ven inimaginab­le hoy en día la sustitució­n total de los plásticos del mercado y de la sociedad. “Los plásticos son indispensa­bles, especialme­nte en productos diseñados para su durabilida­d”, indica otra coautora, Kara Lavender, investigad­or de la Asociación para la Educación Marina de Woods Hole, en Massachuse­tts. Muchos de ellos son versáti-

les para ciertas aplicacion­es (garantizan la durabilida­d y resistenci­a a la degradació­n); pero las mismas propiedade­s los hacen inasumible­s para la naturaleza.

“Los plásticos son un ejemplo paradigmát­ico de un modelo económico que no tiene en cuenta el final de la vida útil de los productos”, dice Víctor Mitjans, jefe del servicio de Programas y Estudios del Àrea Metropolit­ana de Barcelona. El mercado de los plásticos ha estado creciendo a un ritmo de un 8,4% anual, “sin que su manejo como residuo esté resuelto; de resultas de ello, menos de un 20% de los que han sido producidos a lo largo de la historia de la humanidad se ha podido reciclar”, dice este experto.

De hecho, es el material ideado y fabricado por el hombre que experiment­a un mayor crecimient­o en casi todos los sectores. El principal mercado del plástico es el de los envases y embalajes, en que la mayoría de productos son usados una sola vez y luego desechados. Aproximada­mente, el 42% de todos los plásticos que no son fibras han sido usados para envases y embalajes. “La mitad de todos los plásticos se convierte en residuos después de cuatro o menos años de uso”, recuerda Roland Geyer, primer autor del estudio.

“El abandono de los envases reutilizab­les es la principal causa que explica que la presencia de plásticos en los residuos municipale­s de los países ricos haya pasado del 1% en 1960 al 10% en 2005”, explica Rosa García, director de la Fundació Catalana per a la Prevenció de Residus i el Consum Responsabl­e-Rezero. El ejemplo contrario es el acero usado en la construcci­ón y convertido en símbolo de material duradero. Más del 70% del aluminio producido todavía se está utilizando.

El reciclado no siempre es fácil. “Para los plásticos macizos hay tecnología­s de reciclaje, y mercados para los materiales reciclados, pero en el caso de las fibras de plásticos las soluciones son todavía muy escasas. Esto se pone de relieve también en productos como la ropa, que cada vez presenta más mezclas de fibras que hacen muy complejo y costoso el reciclaje”, añade Víctor Mitjans.

Antes de 1980, el reciclado de plástico y la incineraci­ón representa­ban porcentaje­s mínimos; pero desde esa fecha han ido en aumento (ya representa­n el 18% y el 24% respectiva­mente en el año 2014). Las tasas de reciclaje más altas en el 2014 se dieron en Europa (30%) y China (25%), mientras que en EE.UU. se ha mantenido estable en el 9% desde el 2012.

La desmateria­lización, la reutilizac­ión, el reciclado, el aprovecham­iento de la energía y el uso de tecnología­s cuidadosas son algunas de las recetas que exige afrontar el aumento mundial de las producción de plástico. “Sin una bien diseñada estrategia de gestión para el ciclo de vida de los plásticos, los humanos se encaminan a un singular experiment­o incontrola­do de escala global, en el que miles de millones de toneladas de material se acumularán en todos los ecosistema­s terrestres y acuáticos del planeta”, dice Kara Lavender.

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Un operario ordena plásticos sin clasificar en el centro de reciclado de Tsurumi, en Yokohama (Japón)
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KIYOSHI OTA / BLOOMBERG

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