Barcelona: fortaleza técnica y algún golpe de efecto
Los promotores de la candidatura de Barcelona están cuidando hasta el último detalle para presentar a las autoridades de la UE que han de decidir el destino final de la Agencia del Medicamento. Más allá de los factores políticos, el objetivo es demostrar que, desde el punto de vista de los criterios técnicos que deberían ser tenidos en cuenta a la hora de la elección, Barcelona es imbatible. Esta es la imagen que el martes y el miércoles se ha pretendido ofrecer a una delegación de directivos del más alto nivel de la EMA que han visitado la capital catalana en el marco de la gira que están llevando a cabo por diversas ciudades precandidatas. La potencia de la industria farmacéutica catalana, la experiencia de la agencia estatal española y las excelentes comunicaciones con la mayoría de los países europeos son algunos de los ases con los que está jugando Barcelona. Pero, sin duda, la perla de la candidatura es la emblemática torre Glòries (ex torre Agbar), que el fondo de inversión propietario del edificio ha reservado para que el traslado de la agencia sea lo más rápido posible si la EMA acaba marchando de Londres y se muda a Barcelona. La noche del martes, los directivos de la Agencia del Medicamento, que han de elaborar un informe no vinculante, fueron testigos de un golpe de efecto de la candidatura española. Mientras cenaban en otro edificio elevado de la ciudad, en una mesa estratégicamente situada en un restaurante-mirador de la zona portuaria, el obús de Jean Nouvel se iluminó para proyectar las letras de la EMA sobre un fondo azul Europa.