Colau evita pronunciarse sobre el 1-O pese a las demandas de PDECat y Cs
Trias se ofrece a “firmar lo que sea” para que Barcelona participe en el referéndum
Unos por mucho otros por poco, ningún grupo de la oposición perdona a la alcaldesa de Barcelona la falta de compromiso con la causa del referéndum ya sea porque esté a favor o porque esté en contra.
El último en protestar ha sido el líder del grupo municipal Demòcrata –la antigua CiU– Xavier Trias, indignado porque le han rechazado una proposición que debía votarse mañana en el pleno que comprometía al municipio a facilitar todo los locales necesarios para que el 1 de octubre se celebre la consulta en la capital catalana.
El equipo de Colau rechazó la propuesta alegando que mientras no sepan qué se convoca y cómo, el municipio no se moverá de su posición. De ahí que hayan rechazado también una iniciativa en el sentido contrario promovida por el grupo de Ciudadanos para el pleno de mañana viernes, del mismo modo que en el anterior pleno rechazaron (aunque el PSC votó a favor) una iniciativa presentada por el líder de los populares locales, Alberto Fernández Díaz.
“No vamos a permitir que instrumentalicen a la ciudad para sus batallas políticas”, advertía ayer el primer teniente de alcalde de Barcelona, Gerardo Pisarello. Por el contrario, el presidente y ahora también portavoz del grupo municipal Demòcrata, Xavier Trias, se brindó ayer a “firmar lo que haga falta” para que la capital catalana pueda participar en el referéndum. Así, Trias se mostró dispuesto a asumir todas las responsabilidades legales que se deriven del 1 de octubre “si es que ellos –en referencia a los comunes– tienen miedo”.
Precisamente uno de los reparos que pone al referéndum el gobierno de la ciudad es que no se quiere poner en un brete a los empleados municipales que se verían implicados en la organización.
No hay que olvidar, además, que el único grupo que da apoyo a Colau, el PSC, ya le ha advertido que su alianza peligra si pone el municipio al servicio del referéndum.
No obstante, los comunes ya han dicho que el 1 de octubre están dispuestos a participar en una movilización en favor del derecho a decidir, pero que no facilitarán la organización de un referéndum que, hasta el momento, en su opinión, todavía carece de las garantías democráticas suficientes para considerarlo vinculante a todos los efectos como pretenden al otro lado de la plaza Sant Jaume.
Trias recordó ayer, cuando protestó por el rechazo del equipo de Colau a su iniciativa, que el día antes del 9-N cruzó la plaza Sant Jaume acompañado de 700 ediles de toda Catalunya para expresar
El exalcalde pide a su sucesora que ceda los locales de votación, y los comunes esperan a conocer el marco legal
su apoyo al president de la Generalitat, Artur Mas. El líder demócrata desearía que de nuevo la capital catalana tuviera un papel similar el 1 de octubre pero por el momento eso parece bastante improbable.
Por su parte, los comunes recordaron que en la votación del 9-N el Ayuntamiento de Barcelona no cedió ningún espacio de votación y fue el Consorci d’Educació de Barcelona –que presidía la consellera de Ensenyament, Irene Rigau– quien abrió los colegios para que se pudieran realizar las votaciones. El 1-O podría ocurrir exactamente lo mismo, pero lógicamente eso impediría que los centros de votación fueran los mismos que se utilizan en una votación amparada por el Estado, cuando se abren más de trecientos puntos de voto en toda la ciudad.
El líder del grupo municipal Demòcrata, Xavier Trias, pidió al grupo del gobierno una reflexión y por esa razón decidió retirar su iniciativa del pleno. En su opinión es “preferible retirar la propuesta a que se pierda” y reclamó al equipo de Colau que “no esconda la cabeza debajo del ala”, ya que, en su opinión, lo que haga Barcelona es muy importante para la democracia.