Catalunya acaricia su compañía estable de ballet
Ibstage crea una compañía estable que aspira a convertirse en ballet nacional
Nuevo intento de crear una compañía de ballet para Catalunya. Esta vez es Ibstage el que se atreve con tan ardua empresa. Los organizadores de este curso internacional de ballet clásico que se realiza cada agosto en Barcelona desde 2013 y que culmina con una gala a la que acuden un buen puñado de grandes estrellas del ballet –Daniil Simkin, Lauren Cuthbertson, Oksana Salenko...– ponen ahora en marcha el que era su proyecto final: fundar un ballet, con su academia, que pueda aspirar a convertirse en compañía nacional.
El modelo personalista de Ángel Corella, que hace más de un lustro fundó con gran ilusión el Barcelona Ballet y su propia escuela confiando en que las administraciones no osarían dejarle en la estacada, no es un estilo que acabe de cuajar en este país. La falta de compromiso de las instituciones y la crisis obligaron a la estrella madrileña a disolver la compañía por la que había decidido dejar los escenarios y despedirse –con honores– del American Ballet Theatre.
La actual iniciativa, impulsada ahora desde la flamante Fundació Ballet de Catalunya, cuenta de momento con media docena de mecenas –amantes de este arte– y el compromiso del anterior conseller de Cultura, Santi Vila, de apoyarla. A su debido tiempo, eso sí.
“Antes ha de verse una evolución, y me parece correcto”, señalaba ayer Leo Sorribes, director general de Ibstage y presidente de esta fundación, quien sigue en conversaciones con el Servei de Desenvolupament Empresarial del ICEC para hallar el modo de recibir ayuda. Desde el ICEC esta aventura se percibe como un “ambicioso proyecto artístico y educativo”. La creación del Ballet de Catalunya y la puesta en marcha de la Acadèmia constituye, a su entender, una “excelente ocasión para que Catalunya incremente su capacidad de ofrecer oportunidades educativas y profesionales a futuros bailarines catalanes”.
Por su parte, el equipo del nuevo conseller Lluís Puig afirma mantener “la voluntad de dar apoyo el proyecto y estamos estudiando la forma de hacerlo”. “La cuestión –añaden desde su oficina– es que sea un proyecto viable y que la subvención tenga un sentido. Pero el compromiso es firme para que a la larga pueda considerarse Ballet Nacional”.
¿Dónde se ubicaría esta academia y la sede de la compañía? Por de pronto en Terrassa, donde Montserrat Ribas 2Fortuny, de la farmacia Albiñana, les ha cedido por un periodo de ocho años( renovable) los 700 md el Espai Albiñan a-R ibas, antigua fábrica textil cuyo interior de cuatro salas requiere 400.000 euros en reformas para habilitarse como escuela. “Ahora estamos en fase de
crowdfunding con una campaña
impulsada desde la plataforma Irauna”, explica Sorribes, quien cuenta en su equipo con Elías García, su partenaire en Ibstage y director artístico del proyecto, y con Marina Quera, directora ejecutiva. De hecho, los beneficios de la doble gala de estrellas del ballet (véase el recuadro) que de forma excepcional tendrá lugar mañana en el Liceu se destinarán a este fin.
Porque la cosa parece estar arrancando ya. Los próximos 3 y 4 de agosto se celebran las audiciones para escoger a los 30 bailarines que formarán el Ballet de Catalunya. “Llevamos ya 260 inscripciones de solistas del New York City Ballet, del Ballet de Flandes... gente impresionante”, exclama azorado Sorribes. En realidad hay dos bailarinas, de 18 y 20 años, que ya han sido escogidas: una procede de un centro de danza de Catalunya y la otra es italiana y formada en el estudio de María de Ávila. Se las verá en las galas de mañana, junto a dos figuras del Ballet Stanislavsky, Anastasia Limenko y Saryal Afanasev, que bailarían el pas a deux de Don Quijote.
No serán las únicas figuras vinculadas a España que actúen esta vez en el Liceu. La gala permitirá disfrutar por un lado del zaragozano Gonzalo García, que triunfa en el New York City Ballet, y también del tarraconense Martí Peixa (Montbrió del Camp, 1995), un joven que en dos años ha sido elevado a solista en Stuttgart Ballet. Hará pareja con la vasca Alicia Amatriain (gran figura de la compañía) una pieza creada para la ocasión por una coreógrafa polaca.
“Tuve una gran alegría cuando me llamaron, no podía imaginar que me dieran la oportunidad de participar en una gala de tanto prestigio, bailar en el Liceu es un sueño de infancia”, asegura Peixa al teléfono. Hablamos con un bailarín de nueva generación, capaz de interpretar varios estilos. “La exigencia de estos tiempos no es la misma de medio siglo atrás y eso pide otro tipo de musculatura”, comenta sobre su físico extremo. Sin embargo, se identifica con los ballets neoclásicos románticos. “Yo soy un bailarín Cranko”, afirma mentando al mítico coreógrafo que abrazó el Ballet de Stuttgart en los años sesenta. El próximo curso, dice, tendrá un papel destacado en su famosa coreografía Onegin...
Pero volvamos al Ballet de Catalunya, con el que Peixa estará encantado de participar en el futuro como bailarín invitado. No es el único. La mayoría de estrellas que se verán mañana en el Liceu no dudarían en acudir a la llamada barcelonesa. Es la ventaja que tuvo en su día Corella; veremos si esta vez da mejor resultado. ¿El presupuesto del Ballet de Catalunya? Otros 400.000 euros. Su primera actuación está prevista en noviembre en Terrassa, cuyo Ayuntamiento, valga decirlo, valora que el proyecto se alumbre en ahí.
En cuanto a la Acadèmia, ya tiene rostros: Anna Maria Prina, la que fue la madame de la danza en la Scala, asumirá la dirección. Y entre el profesorado, la exdirectora de danza del English National Ballet, Samira Saidi.
SEDE Y CENTRO DE FORMACIÓN El Ballet de Catalunya y su Acadèmia se ubicarán en una antigua fábrica de Terrassa HASTA 30 INTEGRANTES FIJOS Aspirantes de todo el mundo acuden el 3 y el 4 de agosto a audiciones para ser miembros LAS INSTITUCIONES La Conselleria de Cultura mantiene su “firme compromiso” de apoyar el proyecto