Catalunya recupera el PIB perdido
CATALUNYA alcanzó en el 2016 el mismo nivel de generación de riqueza que tenía antes de la gran crisis. Han sido necesarios ocho años de intenso trabajo y esfuerzo para llegar a lograr el mismo volumen de producto interior bruto del año 2008 y situarlo en 223.629 millones de euros. Pero no ha sido una recuperación igual para todos, ya que todavía hay 438.000 puestos de trabajo menos que entonces. Esto significa que no hay que bajar la guardia, que hay que huir de toda autocomplacencia y que hay que seguir con la creación de empleo como primera prioridad del país. Especialmente preocupantesson los eleva dos niveles de desempleo juvenil y el alto porcentaje de parados de larga duración, juntamente con la excesiva temporalidad del mercado laboral. Las previsiones de la Generalitat, según el Informe
anual de la economía catalana 2016, presentado ayer por el vicepresidente del Govern y conseller de Economia i Hisenda, Oriol Junqueras, apuntan que la buena marcha de la economía permitirá crear 86.000 empleos más este año y otros 76.000 el próximo. En el caso de que se mantuviera este ritmo aún se tardarán otros seis años en recuperar el mismo nivel de empleo que antes de la crisis..
Tampoco los salarios han logrado los mismos niveles de antes de la crisis. Según el citado informe la mayor parte de los tramos salariales del mercado de trabajo catalán entre el 2008 y el 2015 han perdido poder adquisitivo como consecuencia de la devaluación competitiva sufrida en el país. El reto, a partir de ahora, como dijo Junqueras, es lograr un aumento progresivo de los salarios –vinculado a la productividad para no perder competitividad– que permita la recuperación del poder adquisitivo y el incremento del consumo, que, a su vez, reforzará el crecimiento económico.
Hay motivos para el optimismo porque después de un ejercicio espectacular, como fue el 2016, con un crecimiento de la economía catalana del 3,5% del PIB, este año se puede superar el 2,9% inicialmente previsto. La buena evolución de la economía internacional juega a favor de Catalunya, debido al gran dinamismo exportador –cada vez mayor– de sus empresas, a lo que se suma la contribución positiva que registran el consumo y la inversión.
Todos los indicadores, y en especial el de la inversión extranjera, demuestran que por el momento, como destacó también Junqueras, el debate político que se vive en Catalunya con respecto al proceso hacia la independencia no afecta negativamente a la buena marcha de la economía. Pero habrá que hacer muy bien las cosas para que esto siga así a medida que, en el transcurso de los próximos meses, la tensión política y las eventuales incertidumbres vayan en aumento.