Froome es intocable pero no remata
El británico afrontará la contrarreloj final con una renta de 23 segundos sobre Bardet, ahora segundo, y 29 con Urán
Adiós a la montaña. Con victoria en el Izoard de Warren Barguil, un dignísimo defensor del maillot de lunares rojos (que ya tiene asegurado), y con un último capítulo de la lucha de los aspirantes a destronar a Chris Froome.
Nadie pudo hacerle daño al líder, nadie pudo dejarlo atrás en los Alpes y sólo Bardet, por los 4 segundos de bonificación, ha conseguido reducir la ventaja del jefe de filas del Sky, que queda ahora situada en 23 segundos.
Pero de la misma manera que Froome mantuvo la inviolabilidad de su primera posición con solvencia, también es cierto que el ciclista de origen keniano, que ya tiene 32 años, no ha mostrado, ni de lejos, en este Tour la superioridad que exhibía en ediciones precedentes.
Salvo un incidente o una sorpresa mayúscula, Froome firmará en la contrarreloj de mañana en Marsella su cuarto Tour de Francia. Pero el fin de su reinado podría estar más cerca de lo que parece, vistas las dificultades que ha tenido este año para remachar el clavo de la victoria.
En la última etapa alpina, Froome resistió los ataques de Bardet. Y cuando fue él quien decidió que era el momento del golpe de fuerza, a poco más de dos kilómetros del final, el resultado fue nulo. Abrió agujero con una gran facilidad, con su pedalada frenética característica. Parecía la repetición de escenas de otros Tours. Pero no. Urán en persona, por fin, reaccionó y, con Bardet a rueda, taponó el agujero y anuló las aspiraciones del maillot amarillo de dejar el Tour absolutamente sentenciado. Ganará, pero no arrasará a sus adversarios.
Porque con 23 segundos sobre Bardet y 29 con Urán es innegable que no hay ningún otro pronóstico que dar a Froome como virtual campeón. Le espera su terreno de la contrarreloj y tiene que imponerse con más claridad de la que aparece ahora en la clasificación. Pero mientras eso no sea una realidad, tiene unas diferencias demasiado ajustadas para dormir a pierna suelta. Cualquier incidente podría cambiar la situación.
La etapa del Izoard tuvo una encarnizada lucha por la victoria. Parecía que el colombiano Darwin Atapuma conseguiría honrar el día nacional de su país, pero Barguil acaba este Tour con una fuerza y una decisión formidables. Cuando saltó del grupo para perseguir a Atapuma, Contador, irreductible otra vez, intentó ir con él. Pero Barguil es demasiado fuerte. El
UN TOUR AJUSTADO El líder no se tambalea en ningún momento, pero cuando intenta imponer su fuerza no sale airoso VICTORIA FRANCESA El bretón Barguil se impone en la cumbre del Izoard y será el rey de la montaña de este año
bretón del Sunweb, que ya había ganado una gran etapa pirenaica, avanzó a Atapuma y se impuso entre la locura del público francés, a pesar de la reacción final de los favoritos, que llegaban por detrás con fuerza.
En la lucha de los aspirantes al Tour y a las posiciones del podio, de nuevo el menos acertado fue Fabio Aru. Cada vez que el ritmo subía, él y Quintana perdían contacto, para recuperarlo poco después. Al final ya no pudo más, porque cuando el podio (FroomeBardet-Urán) se marcharon solos nadie podía acompañarlos. Apenas Landa, el comodín del Sky, que había atacado antes para forzar a los rivales a reaccionar, se mantu-
vo con la élite. El alavés ha subido a la cuarta plaza de la general, pero tiene muy difícil el asalto al podio, del cual lo separan 67 segundos.
En el sprint de la meta, con Barguil primero y Atapuma segundo a 20 segundos, colgaban de un hilo los últimos 4 segundos de bonificación. Froome y Bardet se los disputaron, mientras Urán perdía contacto ligeramente. Para Froome era una cuestión de orgullo, para el francés era un botín jugoso, para deshacer el empate a tiempo con el colombiano. Tampoco aquí pudo imponerse el maillot amarillo, finalmente cuarto de la etapa. Con estos 4 segundos –y que Urán acabó perdiendo un par más– Bardet ha escalado hasta el segundo lugar, la mejor posición que ocupa desde Dusseldorf, la misma que tuvo el año pasado en París. Pero entonces acabó a más de cuatro minutos de Chris Froome. Los tiempos están cambiando, un año más tarde.
La lucha entre Bardet y Urán por el segundo lugar será otro atractivo de la contrarreloj de Marsella. El colombiano tiene fama (y resultados) de mejor contrarrelojista, pero los datos de la primera etapa, en aquel 1 de julio que ahora parece tan lejano, lo desmienten.
En 14 kilómetros (en Marsella serán 22,5), Bardet cedió 39 segundos a Froome, pero Rigoberto Urán se dejó 51...