El apoyo a la independencia cae a dos meses del referéndum
La actual mayoría soberanista en el Parlament está en peligro, según el CEO
EL REFERÉNDUM El 1-O tendría una participación del 67,5% con un 62,4% de votos por la independencia
EL ESCENARIO La consulta unilateral tiene el apoyo del 48%, mientras que el 23,4% sólo la quiere pactada
ELECCIONES AL PARLAMENT
El calendario avanza y las incertidumbres en el escenario político catalán van en aumento. Así lo refleja en último barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO), organismo dependiente de la Generalitat, en el que se pone de manifiesto que los defensores de la independencia se sitúan en el 41,1%, lo que supone algo menos de tres puntos por debajo del barómetro de marzo, mientras que los que rechazan la independencia para Catalunya suman casi un punto más y se sitúan en el 49,4% de los encuestados.
La encuesta está basada en 1.500 entrevistas domiciliarias realizadas entre el 26 de junio y el 11 de julio y refleja algunas de las contradicciones del momento político. Junto al rechazo creciente a la independencia, el barómetro señala que un referéndum unilateral contaría con el apoyo del 48% de los encuestados, mientras que quienes defienden la consulta pactada con el Gobierno central se sitúa en el 23,4%. Otro 22,6% rechazan el referéndum en todos los casos. No obstante, ante la convocatoria prevista para el 1 de octubre por parte del Govern de Carles Puigdemont, la participación se situaría en el 67,5%. En ese caso, el voto favorable a la independencia ascendería al 62,4%, mientras que el no se quedaría en el 37,6%.
La paradoja sería que, en el caso de celebrarse el referéndum y cumplirse esos resultados, el Govern podría proclamar la independencia justo cuando el escenario electoral del bloque soberanista es más incierto. Según el sondeo, en unas elecciones al Parlament de Catalunya peligra la mayoría absoluta independentista que ahora conforman Junts pel Sí y la CUP con 72 escaños en la Cámara catalana, y podría quedarse entre 66 y 71 diputados.
Para el 62% de los encuestados no hay duda de que Catalunya tiene un nivel insuficiente de autonomía. El conflicto reside en la disparidad de opciones para dar solución a ese problema. Según el barómetro, el 34,7% ven una salida en el Estado independiente y, aunque se trata de la opción con más apoyo, no deja de caer y se sitúa a niveles de junio del 2012, justo antes de la primera gran manifestación independentista de la Diada posterior a la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. Por el contrario, la opción que sitúa a Catalunya como una comunidad autónoma aumenta hasta situarse en la segunda opción de los encuestados con un 30,5% de apoyos, recuperando así los niveles del 2012. La apuesta del Estado dentro de una España federal siempre ha presentado altibajos y en esta ocasión se mantiene como la solución para el 21,7% de los encuestados.
Situados ante el escenario de un referéndum unilateral, el barómetro refleja las dudas en el discurso de Catalunya en Comú ante la convocatoria del 1-O. El partido que lideran Ada Colau y Xavier Domènech consideran la cita una movilización pero no le dar valor de referéndum. El sondeo revela que entre los votantes de la confluencia de izquierdas, el 45,6% votaría a pesar de que el referéndum no sea pactado con el Gobiern central, mientras que el 30,2% sólo está a favor de la convocatoria si se hace de forma pactada con Madrid. El 19,8% de esos votantes no votaría en cualquier caso. Más claro es el rechazo a la independencia entre quienes votaron a Catalunya Sí que es Pot en las elecciones catalanas de septiembre del 2015. El 60,4% rechaza que Catalunya se convierta en un Estado independiente, mientras que el 25,3% lo apoyaría.
En cualquier caso, los motivos para votar a favor o en contra de la independencia en un hipotético referéndum el día 1 de octubre, son dispares. Los partidarios del sí defienden una mayor capacidad de gestión y mejoras para Catalunya, mientras que la mitad de los que votarían en contra lo harían por preservar la unidad de España. Por su parte, los abstencionistas señalan que el referéndum no cuenta con el acuerdo del Gobierno español y manifiestan su desmotivación con la política al mismo nivel que la defensa de la unidad del Estado.
Ante unas hipotéticas elecciones catalanas, el sondeo sitúa a la coalición electoral Junts pel Sí en torno a los 60-63 escaños, mientras que en los últimos comicios logró 62. Lo que deja a la mayoría absoluta independentista en riesgo es la caída de la CUP, que pasaría de 10 a 6-8 diputados. La mayoría absoluta en la Cámara catalana son 68 escaños. Ciudadanos caería de 25 a 20-22 diputados y el PSC remontaría en intención de voto y diputados pasando de los 16 actuales a situarse en una horquilla de 17-20 diputados. También el PP podría mejorar sus resultados y pasar de los 11 escaños a 11-13, según el sondeo.
Respecto a unas elecciones al Congreso, el barómetro mantiene a En Comú Podem como primera
Junts pel Sí y la CUP podrían quedarse en 66 escaños, a dos de la mayoría
fuerza en intención de voto, aunque ERC podría superarla en escaños. Mientras la coalición de Domènech se quedaría con 11-12 escaños, los republicanos podría pasar de los 9 actuales a 12-13 parlamentarios en la Cámara Baja. El caso del PDECat es el contrario, ya que perdería entre uno y dos escaños de los 8 que ocupa actualmente. El PSC podría pasar de los 7 logrados el año pasado a 9, mientras que el PP no variaría su representación de seis escaños o perdería uno. Por su parte, Ciudadanos, podría pasar de 5 a 3.
Respecto a la valoración de los líderes políticos, todas las notas sufren retrocesos en relación al barómetro anterior, siempre con Oriol Junqueras, presidente de ERC, en primera posición con una nota de 5,17 –el único aprobado–; seguido por Carles Puigdemont con un 4,88. Domènech logra un 4,78, Benet Salellas, de la CUP, un 4,72. El líder del PSC, Miquel Iceta, logra un 4,11, Inés Arrimadas (Cs) un 2,89, y Xavier García Albiol (PP) un 1,93. Mariano Rajoy se queda con un 1,72.